Preocupada por las diversas manifestaciones de repliegue comunitario, la Alianza de Mujeres Cristianas por la Paz en Gabón (AFCPG) celebró el sábado pasado una conferencia en el edificio Arambo. Su objetivo es recordar a la gente que el diálogo interétnico es la clave para un nuevo Gabón.
Formada por mujeres cristianas, la AFCPG hace de la paz su caballo de batalla. Defiende los valores bíblicos, la justicia, la fraternidad, la verdad, el amor, la convivencia, la cohesión social. Denuncia la división social y lucha contra la degradación de la unidad familiar y el tribalismo.
La AFCPG considera que el peligroso ascenso de la fibra étnica, en detrimento de la fibra patriótica, ha sido mantenido por el sistema caído. La Transición es, por tanto, para la Alianza el momento de rechazar los discursos de odio que comprometen el progreso del país. Es en este momento en el que es importante hacer sonar la alarma para recordar a los gaboneses de dónde vienen y los valores que deben compartir como hijos de Dios, pero también como hijos e hijas de una misma nación.
“Esta fecha histórica del 30 de agosto aparece, para el cristiano y patriota que soy, como el surgimiento de una esperanza, de una esperanza. Porque los cielos de Gabón se han abierto para que cada gabonés experimente una profunda transformación de su ser interior, que diga adiós a un pasado siniestro, dando la espalda al egoísmo, a la división, a la corrupción.” subrayó la presidenta de la AFCPG, profesora Honorine Ngou.
Para Camille Ambassa, médica y cristiana, la diversidad es la riqueza de la nación. El matrimonio es también un valor que permite luchar contra las divisiones étnicas y consolida la unidad nacional.
“Pensamos en nosotros mismos por debilidad mental. Tenemos muchas etnias, idiomas, culturas, costumbres y religiones. Esta herencia debe ser aceptada. Hagamos que sea nuestro deber transmitir esto a nuestros hijos.“, insistió.
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