Slam, música, literatura: Gaël Faye, galardonado el lunes con el premio Renaudot, es un artista con múltiples talentos, cuyo trabajo no deja de volver a las heridas de Ruanda. Todo le sonríe a este joven por su apariencia, que no se parece a sus 42 años, y cuya altísima estatura y sus gestos amplios y precisos nos recuerdan a un jugador de baloncesto, deporte que practicó mucho en su juventud.
En lugar de la pelota naranja, entonces una carrera en finanzas que truncó, prefirió el micrófono, la mesa de mezclas y el bolígrafo. Su primer álbum en solitario, Pili-Pili sobre croissant de mantequillalo reveló en 2013. Le seguirá una Victoria musical (escena revelación) en 2018 y otro disco, mal lunest, y 2020.
En 2016, su primera novela, País pequeñohabía llegado a la final del Premio Goncourt, derrotada por Leïla Slimani. Se había vengado con Goncourt de los estudiantes de secundaria. En 2024, el segundo, jacarandáera uno de los favoritos de los jurados de los premios literarios. Se unieron los lectores, no sólo los fans de su música sino también los fans de la literatura contemporánea. “El éxito proviene de la gracia del hombre. Hay tanta sinceridad, tanto magnetismo…”, según Olivier Nora, director de su editorial Grasset.
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“Palabras de apaciguamiento”
En la obra literaria, la pluma está tan alerta como serios los temas. Imposible romper con el genocidio que devastó Ruanda, el país de su madre tutsi, en 1994. “La primera vez que comencé a cantar fue durante las conmemoraciones del genocidio. Yo tenía 15, 16 años. Nos dijeron: escribamos textos entre dos testimonios”, dijo en septiembre.
“Cuando alguien acaba de contar su terrible experiencia, lo único que podemos hacer es decirle palabras tranquilizadoras. Esta siempre ha sido mi forma de hacer las cosas”, añadió.
Sobre el genocidio, Gaël Faye, de nacionalidad francesa y ruandesa, no pierde la oportunidad de aconsejar la lectura, por un lado, de los testimonios de los supervivientes y, por otro, de los libros de historia más recientes. Tantas obras que no tienen la distribución de la suya. Su literatura y las letras de sus canciones adoptan otro enfoque para representar esta Ruanda donde vive hoy. Indirectamente adoptan el punto de vista de los traumatizados.
Así, el narrador de País pequeño ¿Creció en Burundi, como el autor, mientras que el de jacarandá Nació en Francia, antes de partir a Kigali para estudiar justicia posgenocida.
Ambición
La exigente crítica literaria francesa ha sido mixta sobre la calidad de estas novelas, su estilo y su construcción. No se trata del ajuste entre el autor, su tema y su audiencia. “Un producto literario bien elaborado, donde el joven adulto que reconstruye su infancia la hace mucho más coherente de lo que seguramente fue”, dijo de País pequeño Esperando a Nadeau, una revista literaria líder en línea.
“Su texto es eficaz, generoso, envolvente. Muestra los vacíos, pero los llena”, juzgó El mundo acerca de jacarandá. El diario estima que “el lenguaje es fluido, pero no ofrece sorpresas”. Sin duda la pluma literaria de Gaël Faye, un artista que multiplica los canales de expresión, todavía tiene áreas por explorar. “Cuando llegué a Grasset les dije: considérenme un autor. No como el rapero que escribe novelas. »
Fuente: AFP
Slam, música, literatura: Gaël Faye, galardonado el lunes con el premio Renaudot, es un artista con múltiples talentos, cuyo trabajo no deja de volver a las heridas de Ruanda. Todo le sonríe a este joven por su apariencia, que no aparenta sus 42 años, y cuya altísima estatura y sus gestos amplios y precisos recuerdan a los de un jugador de baloncesto. Un deporte que practicaba mucho…
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