Ante la inflación, los franceses intentan reducir su presupuesto alimentario.
Para ahorrar dinero en las compras diarias, existen muchos consejos o programas.
Sin embargo, se debe tener cuidado para garantizar que no generen gastos adicionales o innecesarios.
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Tu poder adquisitivo
La inflación ha afectado duramente a los presupuestos de los hogares franceses en los últimos años: un 5,9% en 2022, un 5,7% en 2023 y alrededor del 3% en 2024, según las previsiones del Banque de France. Reaccionaron, en particular, limitando su gasto en alimentos, un 3,1% de media en 2023. Limitar el gasto no siempre significa reducir la calidad. Existen muchos métodos para bajar el precio de tu carrito de compras. Sin embargo, debes conocer sus límites y comprender que en ocasiones tendrás que dedicarle tiempo y desconfiar de ofertas que fomenten un consumo excesivo.
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Reducciones, premio acumulado: cuidado con las compras impulsivas
Ante la inflación, los supermercados han competido entre sí con ofertas promocionales. Por tanto, ha comenzado la búsqueda de cupones de descuento. Con la limitación del uso de papel y el desarrollo de aplicaciones específicas, puede resultar más fácil compilar estos bonos. Sin embargo, sólo son de interés si el comprador tenía la intención de adquirir el producto en cuestión o un artículo similar que habría costado más. De lo contrario, pueden tener el efecto de simplemente empujar a la gente a ir a una tienda y comprar productos innecesarios.
Este es un riesgo que también encontramos en los jackpots. El distribuidor sella determinados artículos, a menudo de marca privada. Su compra le permite aumentar un premio acumulado que se convertirá en activos. Una vez más, para ahorrar dinero, esto no debe obligarle a comprar más. Para evitar esta trampa, puede resultar útil hacer listas antes de mirar las promociones.
Aplicaciones y programas para ahorrar en la compra
Registrarse en determinadas aplicaciones también puede ahorrar dinero en las compras diarias. Existen plataformas de devolución de dinero. Cada compra permite al consumidor reembolsar una fracción del precio. Otros ofrecen pagar por las reseñas dejadas por el cliente.
La mayoría de las marcas ofrecen programas de fidelización gratuitos. Además del premio acumulado, te permiten beneficiarte de descuentos durante todo el año. Ahora, los distribuidores van más allá con un sistema de suscripción paga. Por unas decenas de euros al mes, el cliente se beneficia de un descuento sistemático en su recibo. De hecho, este compromiso debe tomarse con cautela. Es necesario calcular con antelación y a lo largo de varios meses tus gastos medios en la marca en cuestión. También debes consultar las condiciones de baja.
Compre más barato, pero no necesariamente peor
Por fin podemos simplemente aspirar a productos más baratos, sin sacrificar necesariamente la calidad. Se han vuelto comunes las cestas anti-desperdicio, particularmente de frutas y verduras dañadas pero perfectamente comestibles. También suelen venderse productos cuya fecha de consumo recomendada casi ha llegado.
Los productos de “primer precio” también pueden resultar interesantes. Será necesario tomarse el tiempo para comprobar su composición, a veces similar a la de los artículos de marca. Comprar al por mayor en tiendas especializadas también puede ser una solución. Pero también en este caso habrá que tener cuidado con las ofertas demasiado atractivas y comparar los precios por peso con las marcas tradicionales.
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