Esta es la octava visita de Baerbock a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, dijo el ministerio.
Baerbock denunció la “brutalidad” de la guerra de Vladimir Putin, que quiere “quebrar a la gente en Ucrania” bombardeando infraestructuras críticas y golpeando a la población “precisamente donde debería estar su vida cotidiana: en casa, en el trabajo, en la escuela”.
Esta visita se produce en vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses, esperadas con impaciencia por Kiev, que teme que Estados Unidos abandone a su aliado en caso de victoria del republicano Donald Trump.
Y esto en un momento crítico para Ucrania, cuyo ejército, falto de hombres y municiones, se retira sobre el terreno mientras Rusia está a punto de contar con el refuerzo de las tropas norcoreanas.
Alemania es el segundo mayor proveedor de armas de Ucrania, detrás de Estados Unidos.
El presidente Volodymyr Zelensky ha pedido durante mucho tiempo a los aliados misiles de largo alcance y autorización para utilizar armas occidentales para destruir objetivos en lo profundo del territorio ruso, hasta ahora sin éxito.
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