« No quería llegar a eso. Lo quería de vuelta…” El joven intenta justificarse ante el tribunal, pero sólo se hunde más en la negación. Incapaz de soportar la ruptura con el hombre con el que había ido a reunirse en Blayais a principios de 2023, bombardeó a su ex compañero con correos electrónicos y mensajes de texto, regresando a casa de este último para volver a poner su nombre en el buzón, dañando su spa. con “un objeto punzante”… Pero también el ex de este último, a quien amenazó de muerte, luego intentó hacerlo pasar por pedófilo, acusándolo de ser responsable de la ruptura. El acusado compareció el martes 8 de octubre ante el tribunal penal de Libourne por acoso, daños a la propiedad, violencia agravada, llamadas telefónicas maliciosas y amenazas de muerte reiteradas, entre marzo y julio de 2024.
Tenso, responde sin parecer comprender la gravedad de sus actos, minimizando ciertos episodios, afirmando haber olvidado otros. Reafirma “haber querido reconquistar” al hombre del que todavía dice estar perdidamente enamorado. La reunión tuvo lugar en septiembre de 2022. El acusado abandona Normandía a principios de 2023 para trasladarse a Gironda con su conquista. La ruptura se completó en abril. El dueño del lugar le permite quedarse hasta fin de año “por lástima”. El acusado malinterpreta el gesto. En el tribunal, reafirma una ruptura que se produjo a finales de año, se mantiene vago sobre las causas y envía SMS tendenciosos a la ex de su pareja. Este último, todavía muy amigo de su ex, con quien vivía desde hacía varios años, se lo había informado.
“Te voy a matar”
La presidenta del tribunal, Laëtita Dautel, habla de las llamadas maliciosas, los repetidos mensajes telefónicos, hasta 44 en apenas tres horas, el deterioro del spa, las intervenciones no deseadas en casa, las demasiadas intervenciones de la gendarmería… Y este día en el que se enojó y corrió hacia la ex de su expareja en una scooter. Un hombre al que también amenazó sin ambigüedades. “Te voy a matar”, le dijo un día de mayo. El presidente destaca el impacto psicológico sobre las dos víctimas, la importante alteración de su calidad de vida, las consecuencias en su vida social y profesional. El ex, a quien el acusado intentó hacer pasar por pedófilo en su pueblo, se vio obligado a arrestar. Y salir del armario ante los responsables.
El acusado dice que actuó por ira, no pensó en actuar y rompió a llorar al escuchar el testimonio de las víctimas. Dice que entendió. Se le acusa de incumplir el procedimiento de revisión judicial que le prohíbe desde el 1es Agosto de 2024 para contactar a su excompañero. Lo cual probó a través de Internet. O enviándole fotos y la llave de su nuevo hogar a través de un intermediario.
Un « enfer »
Las dos víctimas presentaron demandas civiles. “Mi cliente tuvo que cambiar de correo electrónico y de teléfono. Perdió bonificaciones vinculadas al ejercicio de su profesión. Pero sobre todo vive en un sentimiento de inseguridad permanente”, detalló M.mi Molteni, abogado de la ex de la expareja, antes de pedir una indemnización por daños y perjuicios.
El fiscal se mostró especialmente preocupado por el comportamiento del acusado cuando “las advertencias, la detención policial y la supervisión judicial no son suficientes”. La fiscal adjunta Charline Fine destacó la multiplicación de los hechos, la de las cuentas digitales falsas para mantener el contacto, los episodios de violencia, “el infierno vivido por las víctimas”. Solicitó una pena mixta, dos años de prisión con parte firme, destacando la peligrosidad del comportamiento del acusado. Una tesis que la defensa combatió, Mmi Morgane Vigneau, evocando la consternación de un hombre “desesperadamente enamorado”, que sufre desde la infancia el abandono. “No es venganza”, insiste. Pero impulsos”, sobre los que pretende trabajar.
Pulsera antiacercamiento
El tribunal condenó al joven a dos años de prisión, incluidos dieciocho meses con suspensión de la libertad condicional de dos años, pena ajustable con un brazalete electrónico, con ejecución provisional. Tiene prohibido entrar en contacto con las víctimas o acudir a sus domicilios o lugares de trabajo. La sentencia va acompañada de la obligación de someterse a tratamiento psicológico y de indemnizar a las partes civiles. Se debe establecer una medida de pulsera anti-reconciliación en beneficio del excompañero, con una zona de prealerta fijada entre uno y dos kilómetros…
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