(Paiporta) Las dramáticas inundaciones de esta semana en el sureste de España ya se han cobrado más de 200 vidas, una cifra que se espera que aumente debido al número de desaparecidos, a medida que se desplegaron refuerzos militares en grandes cantidades para hacer frente al caos.
Publicado a las 8:11 a.m.
Actualizado a las 9:56 a.m.
Rosa SULLEIRO, con Wafaa ESSALHI en Valencia
Agencia France-Presse
Según el último informe publicado por los servicios de emergencia de la Comunidad Valenciana, la más afectada por el verdadero tsunami que sepultó decenas de localidades el martes por la tarde y durante la noche del martes al miércoles, sólo en esta comunidad murieron 202 personas. A esta cifra se suman otras tres muertes ocurridas en dos regiones vecinas.
Tres días después de esta tragedia, en radios y televisiones se multiplican los pedidos de ayuda y los conmovedores testimonios de vecinos abandonados a su suerte y carentes de todo, a la espera de ayuda estatal.
En Paiporta, una ciudad mártir de 25.000 habitantes que ya ha registrado 62 muertos, una multitud de personas, privadas de agua y electricidad y sin acceso a un comercio desde hace tres días, formaron cola el viernes frente a un punto de distribución improvisado.
“Lo más importante es la comida y el agua”, dijo a la AFP Ramón Vicente, de 73 años, que acudió con su mujer.
Los supervivientes también tienen que afrontar actos de saqueo y robo. La policía anunció que ya había detenido a 50 personas.
Pour faire face à la situation, 500 soldats supplémentaires ont été déployés vendredi matin dans la région et 500 autres le seront dès samedi, ont annoncé à la presse le président de la région de Valence, Carlos Mazón, et le ministre de l’Intérieur, Fernando Grande-Marlaska.
Ces renforts porteront à 2200 le nombre de militaires déployés dans la région de Valence.
Preuve de la gravité de la situation, la ministre de la Défense, Margarita Robles, a assuré que le gouvernement était prêt à envoyer sur place « les 120 000 hommes de l’armée s’il le faut » et à les y laisser aussi longtemps qu’il le faudra.
L’armée a pour priorités de rouvrir les routes pour permettre l’acheminement de l’aide, notamment alimentaire, mais aussi d’aider à la recherche des personnes portées disparues, dont le nombre exact n’est pas connu, mais est très élevé.
« Ils ne nous ont pas prévenus »
Le gouvernement avait reconnu jeudi qu’il y en avait « des dizaines et des dizaines », laissant présager un bilan humain extraordinairement lourd et sans doute sans précédent pour une catastrophe naturelle dans l’histoire contemporaine de l’Espagne.
Un officier de l’unité des plongeurs de la Garde civile (équivalent de la Gendarmerie), le commandant Pizarro, a ainsi déclaré à la radio publique que la découverte de cadavres était « permanente ».
« Il y a des montagnes de voitures » dans la boue, témoignait Amparo Fort, la maire de Chiva, une ville proche de Valence. « Beaucoup sont vides, mais pour d’autres, il est clair qu’elles ont des occupants ».
Alertées trop tard de la gravité de la situation, de très nombreuses personnes ont été surprises dans leur voiture. L’incompréhension et la colère des habitants persistaient 72 heures après le drame.
« Ils ne nous ont pas prévenus », accusait Isabel Ruiz, 58 ans, qui attendait patiemment de pouvoir recevoir de l’aide à Paiporta.
« La catastrophe aurait eu lieu, parce qu’on ne peut pas l’éviter, mais les gens habitant dans des endroits peu élevés auraient pu se mettre à l’abri », assure-t-elle. « L’alarme a été envoyée [sur les téléphones portables, NDLR] cuando el agua ya nos llegaba hasta las rodillas”.
Acusado directamente, especialmente en la prensa, Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, aún no ha respondido a estas críticas.
“Que se vayan a casa”
En este panorama sombrío, el viernes, día festivo en España, dio lugar sin embargo a tremendas manifestaciones espontáneas de solidaridad.
Por la mañana, miles de personas -cargando escobas, palas, comida e incluso pañales- abandonaron a pie Valencia, ciudad que no se vio afectada por las inundaciones, para dirigirse a las localidades vecinas devastadas.
“Nos llevamos lo que encontramos en casa”, comentó Federico Martínez.
El número de estos voluntarios fue tal que las autoridades les pidieron que se quedaran en casa. “Es imperativo, imperativo, que regresen a casa” para no obstaculizar el tráfico, afirmó Mazón, añadiendo que estaba considerando medidas restrictivas “no sólo para los vehículos, sino también para los peatones”.
Aunque el sol brilló el viernes en Valencia, la vigilancia se mantuvo en algunas zonas del sur de España.
La Agencia Nacional de Meteorología (AEMET) ha advertido que este fin de semana se seguirán produciendo fuertes precipitaciones.
La alerta roja (nivel máximo de riesgo) decretada por la mañana en la provincia de Huelva, en Andalucía (suroeste del país, fronteriza con Portugal), se redujo sin embargo al nivel inferior (naranja).
Además, el Papa Francisco expresó este viernes “su solidaridad con los valencianos”. “Que Dios sostenga a los que sufren y a los que los salvan”, declaró al final del rezo del Ángelus.
Related News :