En otoño, la Comunidad Valenciana y la costa mediterránea española viven periódicamente el fenómeno meteorológico de gota fría (la “gota fría”), una depresión aislada de gran altitud que provoca lluvias repentinas y extremadamente violentas, a veces durante varios días.
La situación meteorológica que provocó estas repentinas lluvias está marcada por la conjunción de varios factores. Por un lado, esta depresión aislada en niveles altos de la atmósfera, que se localizó el lunes sobre el golfo de Cádiz. “Esta situación favorece la inestabilidad de la atmósfera en la península y Baleares, pero además se forma una tormenta en la zona sur peninsular, lo que favorece la llegada de vientos del levante al litoral mediterráneo”detalles Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET), citado por El Pais. Estos vientos “recorrer grandes distancias sobre un mar Mediterráneo más cálido de lo normal para esta época del año, provocando que estos vientos lleguen muy cargados de humedad a la costa mediterránea”.
“La interacción de esta depresión con estos vientos muy húmedos provoca la formación de tormentas con aguaceros muy fuertes, persistentes e incluso torrenciales en la zona del Mediterráneo”continúa el experto. Estos fenómenos –llamados en España depresion aislada en niveles altos (DANA), “depresión aislada en niveles altos” – son particularmente complicados de predecir, según la agencia meteorológica.
Los científicos advierten que los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y tormentas, son cada vez más frecuentes, más duraderos e intensos debido al cambio climático.
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