También se reunirá con líderes empresariales británicos en Shanghai (este), la capital económica del país.
Su llegada es también una oportunidad para confirmar el relativo fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, después de años de tensiones vinculadas en particular a las críticas recurrentes del Reino Unido a la represión por parte de China del movimiento prodemocracia en Hong Kong, antigua colonia británica.
Los dos países también se acusaron mutuamente de espionaje y Londres denunció ciberataques contra sus funcionarios electos.
– “Pragmático” –
Pero China y el Reino Unido renovaron el contacto de alto nivel en agosto durante una llamada telefónica entre el presidente chino Xi Jinping y Keir Starmer.
En una declaración del viernes, David Lammy señaló que la comunicación “con China es pragmática y necesaria para apoyar los intereses británicos y globales”.
“Debemos hablar con frecuencia y con franqueza”, añadió.
Los dos países “tienen intereses comunes, en particular en lo que respecta a la transición hacia la energía verde a escala global, y vínculos económicos profundos”, afirmó el jueves un portavoz de Downing Street.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia británica “interrogará a China sobre aquellos temas en los que sea necesario”, subrayó.
La mayor manzana de la discordia para Londres sigue siendo la campaña de Beijing para limitar la libertad de prensa y las manifestaciones en Hong Kong, una antigua colonia británica devuelta a China en 1997.
Londres critica las nuevas leyes de seguridad nacional en el territorio y deplora una erosión de las libertades civiles. Pero China sostiene que ha logrado restablecer el orden en Hong Kong y considera cualquier crítica como una injerencia en sus asuntos internos.
Unos días antes del viaje de David Lammy a China, Keir Starmer pidió el miércoles la liberación del magnate de los medios Jimmy Lai, una figura importante del movimiento democrático en Hong Kong, actualmente encarcelado por poner en peligro la seguridad nacional.
– Enlaces Beijing-Moscú –
Otro tema delicado: la guerra en Ucrania. Según Downing Street, David Lammy “instará a China a poner fin a su apoyo político y económico al esfuerzo bélico ruso”.
China pide conversaciones de paz y respeto a la integridad territorial de todos los países, incluida Ucrania.
Pero nunca ha condenado a Rusia por su invasión, lanzada en 2022, y los vínculos económicos y militares entre Pekín y Moscú incluso se han fortalecido desde esa fecha.
Una portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Mao Ning, dijo el jueves que esperaba que la visita de David Lammy fuera una oportunidad para “reforzar la confianza mutua estratégica” y “el diálogo a todos los niveles”.
La organización Human Rights Watch (HRW) pidió el viernes al jefe de la diplomacia británica que coloque el respeto de los derechos humanos en el “centro” de las relaciones bilaterales.
“David Lammy asumió el cargo prometiendo restablecer el compromiso de Gran Bretaña con el derecho internacional”, dijo en un comunicado Maya Wang, directora de HRW en China.
“Una visita a China, un país que regularmente busca socavar, manipular o ignorar estos marcos legales, ciertamente pondrá a prueba esta ambición”.
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