Más de una semana después del plazo legal
Las líneas generales del próximo proyecto de ley de finanzas están empezando a ser más claras, un día después del discurso de política general del Primer Ministro Michel Barnier. Enviado para opinión el martes al Consejo Superior de Finanzas Públicas, adscrito al Tribunal de Cuentas, el texto particularmente complejo será presentado al Consejo de Ministros y al Parlamento más de una semana después del plazo legal del 1 de octubre, según un calendario interrumpido por las elecciones legislativas anticipadas. El 10 de octubre también se presentará el proyecto de ley de financiación de la seguridad social (PLFSS).
40 mil millones en ahorros, 20 mil millones en impuestos
Para reducir el déficit hasta el 5% del producto interior bruto (PIB) en 2025, tras un aumento previsto hasta el 6,1% este año, el Gobierno prevé un esfuerzo global de 60.000 millones de euros el próximo año que contará con el apoyo de todas las administraciones públicas, según una fuente gubernamental. Más de dos tercios de la cantidad, o 40 mil millones de euros, provendrán de recortes de gastos y poco menos de un tercio (20 mil millones de euros) de aumentos de impuestos.
En cuanto al gasto, el Estado ahorrará algo más de 20 mil millones. La no revalorización de los créditos en función de la inflación supondrá una reducción de unos 15.000 millones de euros en gastos, mientras que se solicitará a los ministerios un ahorro adicional de 5.000 millones de euros y los operadores del Estado tendrán que frenar sus gastos en un 1 mil millones de euros.
Indexación de pensiones congelada hasta el 1 de julio
Alrededor de un tercio de los ahorros se refieren al gasto social, siendo la medida emblemática el aplazamiento de la indexación de las pensiones del 1 de enero al 1 de julio. No se especificó la cantidad de ahorro esperado. Incluso si sigue siendo superior a la inflación, el aumento del gasto en seguros de salud estará más controlado. Las autoridades locales tendrán que suavizar su gasto, tras haber sido acusadas por el gobierno saliente de haber contribuido a la caída del déficit público en 2024.
Michel Barnier destacó, el martes, la “cololosal” deuda pública de Francia, una “verdadera espada de Damocles” que, si no se hace nada, corre el riesgo de colocar al país “al borde del precipicio”. Al ver en la reducción de gastos “el primer remedio” para la deuda, anunció también que se solicitará la participación de “las grandes empresas que obtienen beneficios importantes” y de “los franceses más afortunados”, en nombre de la “justicia fiscal”. El ministro de Economía y Finanzas, Antoine Armand, reafirmó el miércoles que los contribuyentes menos afortunados y las medianas empresas se salvarían e insistió en que el aumento de impuestos sería “temporal”.
¿Hacia una sanción para los vehículos térmicos?
La misma fuente gubernamental añade que en el proyecto de presupuesto también están previstas medidas destinadas a ecologizar la economía, con 1.500 millones de euros a favor de la transición ecológica. Se centrarían en particular en el transporte altamente contaminante, con una penalización en particular para los vehículos térmicos, mientras que el sector aéreo francés espera pagar mil millones de euros adicionales.
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