¿Cómo prepararse mejor para las inundaciones y los riesgos climáticos y para la salud?

Las inundaciones son un fenómeno natural cada vez más preocupante, tanto por su frecuencia como por su intensidad. El aumento de las temperaturas provoca fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales. La construcción de ciudades impermeables evita que el agua se filtre en el suelo y la deforestación reduce la capacidad de los suelos para absorber agua.

Las inundaciones pueden causar una destrucción masiva de infraestructuras y propiedades. También promueven la propagación de enfermedades que plantean riesgos para la salud, como la malaria y el cólera. Además, afectan a la agricultura, perturban el comercio y generan altos costos de reparación de daños.

Ante el aumento de las inundaciones, es fundamental adoptar estrategias de prevención y gestión para proteger la vida humana y los bienes. La colaboración entre gobiernos, científicos y ciudadanos es esencial para mitigar los efectos de estos preocupantes fenómenos.

La temporada de lluvias debe prepararse con antelación. El Estado debe garantizar que las tuberías y canales sean drenados y limpiados al menos un mes antes de las primeras lluvias. Las autoridades responsables de la prevención deben prestar especial atención a las zonas propensas a inundaciones para que, en caso de fuertes lluvias, se active sistemáticamente el mecanismo de evacuación de agua.

Esto salvaría al país de muchos daños. Por último, el Estado también debe prever la distribución de kits de emergencia a las víctimas de catástrofes para gestionar mejor las consecuencias de las inundaciones.