Se espera que la economía nigerina se recupere después de un año marcado por una crisis política sin precedentes. Siempre que se puedan mantener las exportaciones de productos petrolíferos, según el BM.
Sin embargo, este repunte depende de condiciones climáticas y de seguridad favorables, así como de la continuación de la producción de petróleo para la exportación, según la última actualización económica del Banco Mundial (BM) para Níger, publicada el martes.
El informe analiza las tendencias económicas y de pobreza recientes en el país y ofrece una perspectiva de tres años. En un capítulo específico, también analiza los costos asociados con la mejora del acceso a una educación primaria y secundaria de calidad y ofrece algunas recomendaciones de políticas.
El informe señala que la crisis política que siguió al cambio de régimen inconstitucional del 26 de julio de 2023 y las consiguientes sanciones comerciales y financieras impuestas por la CEDEAO y la UEMOA redujeron considerablemente el crecimiento del PIB al 2%. Antes de la crisis, se había proyectado un crecimiento del PIB del 6,9% para 2023 y se esperaba que alcanzara el 12% en 2024, gracias a las exportaciones de petróleo a gran escala a través del oleoducto que se puso en funcionamiento a finales del año 2023. El gasto público ha disminuido debido a la congelación de activos, la pérdida de financiación regional y una importante reducción de la financiación exterior, que ronda el 7,5% del PIB. La inversión privada también disminuyó drásticamente en 2023 debido a la incertidumbre y a una crisis de liquidez en el sector bancario provocada por las sanciones financieras.
« A pesar de las fuertes sanciones impuestas por la CEDEAO en 2023, la economía nigerina ha demostrado resiliencia, en parte gracias a las medidas proactivas adoptadas por las autoridades. Estas medidas permitieron al gobierno seguir pagando los salarios del sector público y gestionar la crisis energética provocada por la interrupción de las importaciones de electricidad desde Nigeria. Sin embargo, la economía de Níger sigue siendo frágil y depende en gran medida de la agricultura de secano, lo que la expone a crisis climáticas. Invertir en capital humano, particularmente en educación, es esencial para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo afirmó Han Fraeters, director nacional del Banco Mundial para Níger.
Con el levantamiento de las sanciones el 24 de febrero de 2024 y el restablecimiento parcial de la financiación, el crecimiento podría recuperarse hasta el 5,7% en 2024. Este repunte estaría impulsado por las exportaciones de petróleo, mientras que las industrias no petroleras y los sectores de servicios, que sufrieron grandes pérdidas en 2023 , afronta una difícil recuperación. Se espera que la tasa de pobreza extrema disminuya entre 2024 y 2026, alcanzando el 42,5% a finales de 2026, en línea con las tasas de crecimiento proyectadas. Esto requiere un crecimiento sólido de la producción agrícola y un uso eficaz de los mayores ingresos del petróleo en beneficio de la población.
« Si bien se espera que la producción y las exportaciones de petróleo aumenten los ingresos del gobierno, también aumentarán la volatilidad del crecimiento. Además, es un recurso limitado y se espera que las reservas de petróleo de Níger comiencen a disminuir a mediados de la década de 2030 si no se realizan nuevos descubrimientos. Por lo tanto, es crucial centrarse en aumentar la productividad invirtiendo en sectores como la educación. dijo Samir Bandaogo, economista senior del Banco Mundial y coautor del informe.
Y para agregar: “ El sector educativo enfrenta muchos desafíos y requiere inversiones sustanciales. Sin embargo, existen varias opciones para financiar el gasto adicional necesario sin comprometer la sostenibilidad fiscal. Esto incluye mejorar la eficiencia del gasto en el sector educativo y fortalecer la movilización de ingresos internos, tanto petroleros como no petroleros, para crear espacio fiscal adicional de manera sostenible. »
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