La llegada del argentino Jorge Mario Bergoglio, su verdadero nombre, es un acontecimiento cuando sabemos que la última visita de un Papa a Bélgica, Juan Pablo II, se remonta a hace casi 30 años (en 1995). “El Papa visita muy pocos países europeos, y menos aún en Europa occidental. Realmente no lo esperábamos. Pero creo que el Papa Francisco quería venir a Bélgica desde hacía mucho tiempo”, explica monseñor Luc Terlinden, primado de Bélgica.
El jefe de la Iglesia católica se hará cargo de la KU Leuven el viernes. Como el día siguiente en la UCLouvain, en el campus de Louvain-la-Neuve, el Papa Francisco conmemorará con su presencia el 600° aniversario de la universidad, que se celebrará en 2025.
El soberano pontífice presidirá la Eucaristía el domingo en el Estadio Rey Balduino ante más de 37.500 personas. Prueba de la ilusión, han sido necesarias menos de dos horas para agotar las plazas disponibles.
El público podrá ver al Papa en cuatro ocasiones: en los alrededores de la colegiata de Saint-Pierre y en el ayuntamiento de Lovaina (viernes a las 17.30), en la basílica de Koekelberg (sábado a las 9.45), desde el Aula Magna aparcamiento en Lovaina-la-Neuve (sábado a las 17.45 horas) y entre la Expo de Bruselas y el Estadio Rey Balduino (domingo a partir de las 9.00 horas).
Esta visita se producirá en un momento en el que la Iglesia católica está en el centro de las controversias. El Papa también se reunirá, con total discreción, con quince víctimas de agresiones sexuales en el seno de la Iglesia.
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