Estados Unidos y el Reino Unido aún no han autorizado oficialmente a Ucrania a utilizar armas de largo alcance para atacar profundamente a Rusia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha descartado la amenaza del líder ruso Vladimir Putin de una guerra con Occidente si los aliados de Ucrania le permiten usar armas para atacar objetivos más profundos dentro de Rusia.
Es un cambio que Kiev lleva semanas exigiendo, pero no se anunció ninguna decisión inmediatamente tras una reunión entre Joe Biden y el primer ministro británico, Keir Starmer.
“Estados Unidos se ha comprometido a ayudar a Ucrania a defenderse de la agresión rusa. Hay que dejar claro que Putin no saldrá victorioso de esta guerra. El pueblo ucraniano prevalecerá”.Biden lo dijo, sin hacer referencia a los misiles occidentales de largo alcance.
Cuando se le preguntó qué pensaba sobre la amenaza de Vladimir Putin, Joe Biden respondió: “No tengo muy buena opinión de Vladimir Putin”
Keir Starmer tampoco mencionó los misiles en breves declaraciones hechas antes del inicio de las conversaciones formales, diciendo solamente que Ucrania era un tema importante y que “Las próximas semanas y meses podrían ser cruciales. Es muy importante que apoyemos a Ucrania en esta vital guerra por la libertad”.
Los comentarios de Starmer llegan dos días después de que el periódico británico Guardian informara que Estados Unidos y el Reino Unido habían decidido a puertas cerradas permitir a Ucrania utilizar misiles Storm Shadow, algunos de los cuales son de fabricación británica, para atacar objetivos más profundos en el interior de Rusia.
Dos funcionarios estadounidenses anónimos dijeron que creían que Starmer estaba buscando la aprobación de Biden para permitir que Ucrania use los misiles, algunos de los cuales se fabrican en Estados Unidos.
Estados Unidos, preocupado por cualquier movimiento que pueda impulsar a Rusia a intensificar el conflicto, ha sido cauteloso a la hora de conceder una serie de pedidos anteriores de Ucrania de armas específicas, incluidos tanques, misiles y aviones de combate F-16.
Mientras tanto, en las Naciones Unidas en Nueva York, el embajador de Moscú dijo al Consejo de Seguridad que la OTAN llevaría a cabo una “guerra directa” contra Rusia si aprobara el uso de armas donadas por Occidente para atacar a Rusia.
“En este caso, tendremos que, como comprenderéis, tomar las decisiones necesarias, con todas las consecuencias que ello implica para los agresores occidentales”.dijo Vasili Nebencia.
“No se trata de un juego. El hecho es que la OTAN participará directamente en las hostilidades contra una potencia nuclear. Creo que no debemos olvidarlo”.
Estas declaraciones se hacen eco de las que hizo Vladimir Putin el jueves en San Petersburgo, en las que advirtió a Occidente de las consecuencias de conceder a Kiev la autorización que solicita.
Esto llevó a al menos un periódico ruso, Comersant, a decir: “Putin ha trazado su línea roja” en la portada de su edición del viernes.
A pesar de las advertencias del Kremlin, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se mantiene decidido a que el permiso para atacar objetivos militares en Rusia es crucial para cambiar el rumbo de la guerra.
En su intervención en la reunión estratégica europea de Yalta, en Kiev, afirmó que Putin no necesitaba permiso para atacar objetivos en Ucrania.
“Cuando nos enteramos de que han llegado a Rusia nuevos misiles procedentes de Irán, se trata del mismo mal que los aliados ya han tenido que derribar en los cielos de Oriente Medio”dijo, y luego añadió: “Si los aliados derriban conjuntamente misiles y drones en los cielos de Oriente Medio, ¿por qué todavía no se ha tomado una decisión similar de derribar conjuntamente misiles rusos y drones iraníes Shahed sobre Ucrania?”
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