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El período de observación de la recuperación judicial de la Sociedad de Economía Mixta de Mataderos de Alès-Cévennes (Semaac) ha vuelto a la mesa de los jueces de comercio de Nimes. Cabe señalar que el futuro del establecimiento es muy incierto. Explicaciones.

El 3 de septiembre, los magistrados del tribunal de comercio de Nimes se pronunciaron sobre el futuro del matadero de Alès en Gard. La decisión, que estaba pendiente de decisión, se dictó el martes 17 de septiembre. En su sentencia, el tribunal de comercio renovó el período de observación de la administración judicial de la sociedad que gestiona el matadero de Alès hasta el 23 de marzo de 2025. Si el tribunal autoriza a la Sociedad de Economía Mixta de Mataderos de Alès-Cévennes (Semaac) a continuar sus actividades hasta esa fecha, los observadores no son muy optimistas sobre lo que sucederá a continuación.

Se espera que haya trabajo

Así lo demuestra el anuncio que ya ha publicado el representante legal encargado del caso, que incluye la cesión de una actividad de matadero. El representante está buscando un comprador. La autorización sanitaria del establecimiento es válida hasta 2026, pero se prevén obras. El plazo para presentar ofertas está fijado para el 21 de octubre, dentro de tan solo un mes.

¿Cuáles son las dos vías que se barajan hoy en día?

Hay dos opciones posibles: en ausencia de comprador, la liquidación podría tener lugar a principios del próximo año. Si hay propuestas, se analizarán. El comprador será designado por los magistrados del tribunal comercial, con el asesoramiento del liquidador y del fiscal. Solo en esta fase del procedimiento, una vez dictada la sentencia y vencidos los plazos de apelación, se validarán los actos de adquisición. Los representantes legales de la empresa, Max Roustan, alcalde de Alès, los hermanos Joassan, mayoristas de carne, y Patrick Gravil, ganadero, están citados a los tribunales en enero de 2025 para presentar un plan de adquisición o, en su defecto, liquidación obligatoria.

Y ahora ¿de quién es la culpa?

En este caso, todos los actores tienden a pasarse la pelota y buscar la responsabilidad entre los socios. El ayuntamiento considera que el objetivo de 3.500 toneladas de carne sacrificada al año es alcanzable siempre que todos remen en la misma dirección. «Alès viande no ha respetado sus compromisos, al igual que el comprador Saveurs des Cévennes». La empresa atacada responde: “Nos están convirtiendo en chivos expiatorios, pero ¿qué pasa con los grandes minoristas que no trabajan con el matadero?” El Departamento, la Cámara de Agricultura y hasta la Región también son blanco de recriminaciones. Para los pequeños productores ganaderos, es incertidumbre. “Se están estudiando soluciones para que la gente muera en otros lugares”asegura Boris Martinez, jefe de Saveurs des Cévennes.

A pesar de las declaraciones de intenciones de numerosos socios y autoridades locales, el Ayuntamiento de Alès parece estar muy solo en este asunto. La propuesta de un nuevo matadero, compartida en papel por muchos actores, nunca ha dado lugar a negociaciones más profundas.

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