Se acercan las elecciones presidenciales estadounidenses. El duelo entre Kamala Harris y Donald Trump tendrá lugar en noviembre. Estas elecciones despiertan un gran interés en los franceses. Estados Unidos sigue siendo una de las principales potencias económicas del mundo. Se cree que lo que está en juego en este país es más o menos lo mismo que en el nuestro, pero eso no es cierto.
En Francia, el Presidente de la República concentra una una cantidad de poderes que no están en absoluto en manos de su colega estadounidenseEl gobierno decide la agenda parlamentaria y las modalidades de aplicación de las leyes mediante el sistema de decretos que tenemos en Francia. Este sistema no existe en Estados Unidos.
En Estados Unidos, por ejemplo, una ley contiene decretos de implementación. La presidencia concentra mucho menos poder. Lo que realmente importará, pero de lo que se habla menos, son las elecciones parlamentarias que tendrán lugar al mismo tiempo y que determinarán si la Cámara de Representantes será demócrata o republicana, sabiendo que, en general, el Senado es republicano.
En el sistema americano, para que una ley sea aprobada, debe ser votada en los mismos términos en ambas cámaras. No existe un sistema de preeminencia de la Asamblea sobre el Senado como en Francia. Además, el Parlamento decide su propia agenda. Por eso entendemos que es mucho más difícil en Estados Unidos que en Francia.
¿Una elección presidencial sin impacto sobre el medio ambiente?
Lo dicho anteriormente se aplica también al medio ambiente. El nuevo ejecutivo no decide sobre las leyes. Pero ¿qué puede hacer? Todavía puede nombrar jueces para la Corte Suprema. Esas decisiones pueden tener un efecto en la jurisprudencia. En un país como Estados Unidos, donde se juzga a la gente por cualquier cosa, lo que se decide, en particular en materia medioambiental, puede ser importante.
Los nombramientos de agencias pueden tener un efecto. En particular, en el caso de las agencias ambientales de Estados Unidos, el nombramiento de una persona u otra puede tener un impacto en lo que la agencia en cuestión va a hacer, y la agencia en cuestión tiene algunos poderes.
En cuanto a las cuestiones medioambientales en sentido estricto, en el horizonte de corto y medio plazo, Una victoria de Donald Trump o Kamala Harris no hace una gran diferenciaFue durante el gobierno de Barack Obama cuando la producción de petróleo en Estados Unidos aumentó más, y durante el gobierno de Trump, la sustitución del carbón por gas en la generación de electricidad en Estados Unidos fue más rápida.
En el ámbito medioambiental, lamentablemente estas elecciones presidenciales estadounidenses no decidirán fundamentalmente el destino del mundo.
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