Desde el comienzo de la guerra en Gaza en octubre de 2023, Hezbolá ha abierto un frente en la frontera con Israel, afirmando apoyar a Hamás.
Israel no ha hecho comentarios sobre las explosiones, pero el asunto ha sido noticia de primera plana en sus medios de comunicación. Según Amos Harel, del diario de izquierda Haaretz, las explosiones de los transmisores del movimiento libanés han puesto a “Israel y Hezbolá al borde de una guerra total”.
“Preprogramado para explotar”
Por su parte, el jefe de la diplomacia libanesa, Abdallah Bou Habib, estimó que el ataque del martes podría ser el presagio de una guerra más amplia en Oriente Medio.
Una fuente cercana a Hezbolá dijo a AFP que “los beepers que explotaron provenían de un cargamento recientemente importado por Hezbolá de 1.000 dispositivos”.
Según una investigación preliminar de las autoridades libanesas, “los dispositivos estaban preprogramados para explotar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería”, indicó a la AFP un responsable de seguridad libanés.
Charles Lister, experto del Middle East Institute, estimó el día X que “el Mossad (servicio de inteligencia exterior israelí) se ha infiltrado en la cadena de suministro” de Hezbolá.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá urgentemente el viernes para discutir la serie de explosiones en el Líbano.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, condenó el miércoles los “ataques” a los buscas y se mostró “extremadamente preocupado” por la situación. La ONU deploró una “escalada extremadamente preocupante” y Washington advirtió contra cualquier “escalada”.
Hamás ha acusado a Israel de ser responsable de la nueva ola de explosiones en el Líbano, calificándolas de “amenaza” a la estabilidad regional.
Israel había anunciado su decisión de extender los objetivos de la guerra a la frontera entre Israel y el Líbano, para permitir el regreso de las personas desplazadas en el norte de Israel.
Los principales objetivos declarados hasta ahora han sido la destrucción de Hamás, que está en el poder en Gaza desde 2007, y el retorno de los rehenes retenidos en territorio palestino.
“Estamos cumpliendo nuestras tareas simultáneamente” en el norte y el sur, y “nuestra tarea es clara: garantizar el regreso seguro de los norteños a sus hogares”, subrayó Gallant. Sus declaraciones fueron repetidas por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el jefe del Estado Mayor israelí, general Herzi Halevi, en declaraciones separadas.
“Voluntad política”
En este contexto explosivo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de visita en El Cairo, pidió a Israel y a Hamás que muestren “voluntad política” para alcanzar un acuerdo de alto el fuego, tras meses de negociaciones infructuosas.
Por su parte, representantes de la diplomacia estadounidense, francesa, alemana, italiana y británica se reunirán el jueves en París para hacer un balance del estado de las negociaciones para una tregua en Gaza y de la situación en Líbano, según fuentes diplomáticas.
Mientras tanto, la guerra continúa sin cesar en el territorio palestino asediado, que sufre una catástrofe humanitaria.
Al menos cinco personas murieron el miércoles en un ataque aéreo israelí contra una escuela convertida en refugio para desplazados en un barrio del este de la ciudad de Gaza (norte), según la Defensa Civil de Gaza.
El ejército confirmó el ataque y afirmó que los combatientes de Hamas estaban utilizando la escuela “para planificar y llevar a cabo actividades terroristas”.
El miércoles, Canadá anunció nuevas sanciones para “combatir las actividades terroristas” de Hamás y “frustrar sus redes financieras”, así como contra los colonos israelíes “extremistas” que han cometido “actos de violencia” contra civiles palestinos en Cisjordania ocupada.
El 7 de octubre de 2023, comandos de Hamás llevaron a cabo un ataque sin precedentes en suelo israelí, que se saldó con la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluyen rehenes muertos o asesinados en cautiverio en la Franja de Gaza.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque, 97 siguen detenidas en Gaza y 33 de ellas han sido declaradas muertas por el ejército.
Más de 41.272 palestinos han muerto en la campaña militar de represalia de Israel en la Franja de Gaza, la mayoría de ellos civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza, considerados fiables por la ONU.
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