El asesinato de Elias, un niño de 14 años, apuñalado el viernes por la noche en el decimocuarto distrito de París, provocó una ola de choque entre sus familiares, su club de fútbol y los líderes políticos. Este acto trágico, que ocurrió para un simple vuelo telefónico, resalta la ultraviolencia cotidiana.
Elias salió de su entrenamiento de fútbol en el estadio Jules-Noël cuando fue discutido por dos menores, de 16 y 17 años, ya conocido por actos de vuelos y extorsión. Este último, armado con un cuchillo, trató de robar su teléfono. Frente a la resistencia del adolescente, uno de ellos lo apuñaló en la clavícula. Aunque el Samu lo atendió rápidamente y transportado al Hospital Necker, Elias no sobrevivió a sus heridas, sucumbiendo a la hemorragia interna.
Los dos sospechosos fueron arrestados poco después de sus padres. Estaban sujetos a una prohibición legal de frecuente, luego de un caso de robo con violencia que data de octubre pasado.
La emoción es palpable entre los padres y los miembros del patrocinio de Olier (PO), el Elias Football Club, que canceló los juegos y el entrenamiento por venir. “Todos estamos asustados, podría haberle sucedido a nuestros hijos”, dice un padre, mientras que otro subraya la creciente inseguridad del vecindario por la noche.
Los políticos también han reaccionado. François Bayrou, primer ministro, expresó su indignación: “Elias, 14 años. Fue al entrenamiento de fútbol. Estas líneas son insoportables para escribir. Sentimiento de impunidad, violencia adolescente, enemigo público. »» François-Xavier Bellamy, eurodiputado LR, denunció juez de menores de incumplimiento: “Reformar la justicia de los menores es una emergencia absoluta. »»
Matthias Renault, diputado de RN, habló de un “Es uno de una sensación general de impunidad” y llamado a un “Electroshock de autoridad”.
Este drama destaca un problema más amplio de recurrencia, violencia y laxitud en menores. “No había impunidad cuando miras sus rutas”, dijo Carine Petit, alcalde de la PS del 14º distrito al parisino. Pero destacó la necesidad de fortalecer los sistemas de prevención para evitar tales actos.
El asesinato de Elias despierta una profunda tristeza y nutre el debate sobre la respuesta judicial que se dará a la violencia que golpea cada vez más y más y más a menudo.
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