Partido divertido entre Charleroi y Círculo de Brujas, pero un buen punto conseguido por las Cebras dadas las circunstancias.
Esperábamos tensión en el aire este sábado por la noche en Mambourg: tras los excesos contra el Union, el Sporting Charleroi prohibió a los Storm Ultras y al Block 22 asistir a la recepción del Círculo de Brujas. Resultado: se planificaron acciones, en particular un boicot a partir del minuto 12 iniciado por otros grupos de aficionados.
Pero estas acciones fueron cortocircuitadas… por las Cebras: en este mismo minuto 12, en un espléndido centro de Isaac Mbenza, Guiagón perfecto emerge y abre el marcador (1-0). Resultado: sólo un pequeño puñado de seguidores de Carolos abandonan su lugar en las gradas.
Tanto más sorprendente cuanto que Charleroi estaba, antes de eso, absolutamente fuera de juego. Pero el propio Mbenza se acercará rápidamente al 2-0 (21º): su secuencia de ganchos para engañar a Delanghe fue perfecta, pero estuvo en fuera de juego por muy, muy poco.
Heyman tiene suerte, Keita menos.
El Sporting Charleroi comienza entonces a retroceder, ya obstaculizado en el rectángulo de Brujas por un terreno de juego empapado, víctima del mal tiempo. Una combinación entre Magnée y Abu Francis permite a este último buscar Thibo Somers (34e, 1-1).
En la segunda mitad, Cercle volvió a tomar la iniciativa y estrelló el balón en el poste gracias a Van der Bruggen (54º). Daan Heymans tuvo suerte de no recibir una tarjeta roja en el 70 por un codazo que dejó a Ravvych sangrando, pero en el proceso, una falta estúpida de Check Keita le valió su segunda tarjeta amarilla (76).
En estas circunstancias, el terreno de juego absolutamente injugable se convierte en un arma para Charleroi: los artistas (Minda, Kakou, Efekele) del Círculo luchan por controlar el balón y crear peligro. La última oportunidad la tiene incluso Carolo, pero el empate satisfará a Rik De Mil dadas las circunstancias. Por otro lado, podría resultar una muy mala operación en la carrera por el top 6.