Casi tres años después de la invasión lanzada por Moscú, ¿podría Kiev (por fin) esperar un respiro? Un posible intercambio entre Donald Trump y Vladimir Putin, largamente discutido, sería un primer paso. Apenas llegado a la Casa Blanca, el republicano había amenazado a Rusia con sanciones si no llegaba a un acuerdo “ya” con Ucrania. Lejos de señalar, el inquilino del Kremlin se dijo el viernes “listo” para las “negociaciones”.
Eslovaquia podría incluso acoger favorablemente estas conversaciones, según Moscú, que espera ahora “señales” de Washington. Sin embargo, no hay exceso de optimismo. Aún no se ha decidido nada: ni el Kremlin ni la Casa Blanca se han arriesgado a impulsar una agenda. El republicano había prometido en 2023 resolver la guerra de Ucrania “en veinticuatro horas”. Un retraso fantasioso que desde entonces ha prolongado “unas cuantas semanas”.
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