
Esta historia es un ejemplo entre muchos otros de estas “estafas sentimentales” online, realizadas con técnicas de manipulación muy sofisticadas, adaptadas al perfil de la persona a la que se dirigen. Psicóloga especializada en estos ciberataques, Nathalie Granier vuelve a Libé sobre las palancas y consecuencias de este fenómeno, facilitado por la mejora de la inteligencia artificial. Sobre todo, nos recuerda que nadie está realmente a salvo de caer en la trampa: los atacantes atacan a sus víctimas, que poco a poco se encierran en una burbuja que les reconforta con la idea de que tienen una relación privilegiada.
¿En qué palancas psicológicas se basan estas estafas?
Hay una combinación de factores que hacen que la víctima se derrumbe. Los atacantes recopilan mucha información sobre sus objetivos (a través de publicaciones en redes sociales, fotografías, comentarios que aportan información sobre su trabajo, su situación personal, etc.) para establecer un perfil y utilizarlo en su contra. Los encuentran principalmente en las redes sociales, donde crean listas de personas a las que manipular; Los sitios de citas como Tinder también son plataformas preferidas, donde los estafadores crean perfiles muy atractivos. Los atacantes comienzan con un acercamiento amistoso, una conversación inofensiva para atraer a la víctima a su red. En el caso de una estafa romántica, si la víctima publicó recientemente sobre un divorcio o separación, el atacante podría pretender comprender su dolor y compartir una historia similar. Abre el camino a intercambios más personales e íntimos. Cuanto más confía la víctima, más podrá tejer el atacante una red emocional para ganarse su confianza. Si ella es un poco más vulnerable en este momento, puede caer en la trampa y involucrarse en la relación que se está creando.
Algunas estafas pueden parecer aberrantes, demasiado grandes para creerlas, pero la víctima suele quedar atrapada en un patrón que la desconecta de la realidad. Cada elemento enviado -ya sea un mensaje, una imagen, un vídeo- refuerza el vínculo que ella cree tener. Está atrapada y a menudo se enfrenta a un dilema interno: por un lado es consciente de que algo anda mal, pero por el otro está tan apegada emocionalmente que su juicio se ve afectado y le resultaría demasiado doloroso reconocer el problema. fallas en sus interacciones con el estafador.
¿Algunos perfiles son más vulnerables que otros?
Una persona mayor será más susceptible a ciertas estafas, ya que muchas experimentan aislamiento social combinado con una falta de experiencia en tecnología. Los más jóvenes también pueden serlo, ya que pasan mucho tiempo online. Ciertos rasgos de personalidad también pueden atraer a los estafadores: por ejemplo, las personas extrovertidas, que tienden a compartir información personal, o incluso personas ansiosas que toman decisiones muy rápidamente cuando están estresadas. En el caso de las estafas románticas, suelen ser personas solitarias, empáticas, sensibles a la desgracia ajena. Decirnos que esto nunca nos sucederá es un error, ya que al sentirnos protegidos, demasiado informados para caer en estas trampas, estamos menos vigilantes.
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¿Qué siente una víctima cuando se da cuenta del engaño?
Es terriblemente difícil. Hay un doble trauma en las estafas románticas: la pérdida del dinero y la de la relación. También siente vergüenza, enojo, negación, caída de la autoestima, pérdida de confianza en las personas y la tecnología. La víctima también se ve afectada físicamente: ya no duerme o tiene dificultades para dormir, tiene dolores de cabeza, problemas intestinales… La estafa afecta a su círculo social y personal, también puede agravar sus problemas económicos… las consecuencias son múltiples.
Cuando se publicita el caso, puede haber sobrepujas y, aunque no se note sistemáticamente, campañas de ciberacoso, que pueden agravar el impacto psicológico de la estafa. Al mismo tiempo, dar publicidad a estos casos también puede permitir que otras víctimas se den cuenta de que no están solas y aliviar su culpa.
¿El hecho de que estas estafas ocurran en línea las hace más efectivas?
Si la manipulación psicológica sigue siendo la misma, para la víctima la pantalla crea una distancia que reduce su capacidad de evaluar la situación y la hace menos vigilante. También podrá recibir imágenes y vídeos que la mantendrán en el engaño y la reforzarán en lo que cree que es una relación real. El atacante tampoco actúa como en una situación real y llega muy lejos: no ve el daño que está haciendo y no le importan las emociones de su(s) víctima(s).
Con Internet, la distribución también se produce muy rápidamente. Puede haber un alcance global, millones de personas afectadas instantáneamente: hemos visto el desarrollo de verdaderas fábricas de estafas con personas que estudian masivamente los perfiles de las víctimas y les envían mensajes para atraparlas –estamos hablando de matanza de cerdos. Estos complejos se desarrollaron primero en China y luego se extendieron a otros países asiáticos. [un rapport de l’ONU estime qu’au moins 120 000 personnes sont employées dans de tels complexes au Myanmar, 100 000 au Cambodge, ndlr] e incluso ahora en Europa del Este.
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¿La mejora de la IA los fortalece?
Este es uno de los principales peligros para el que hay que estar preparado. La IA ayuda a crear mensajes altamente efectivos. Es capaz de utilizar las emociones, analizarlas, explotarlas. Puede procesar enormes cantidades de información: los robots recopilarán todos los me gusta, comentarios, publicaciones y testimonios para analizarlos y personalizar los ataques según el perfil de la víctima. Ante estos avances sólo nos queda aconsejarte que vuelvas a comprobar siempre tus fuentes de información y confíes en ti mismo en cuanto sientas que un mensaje te resulta extraño. La solución es sobre todo formar y concienciar; educar desde una edad temprana y explicar estos riesgos a las personas que se sienten menos cómodas con Internet para que estén alerta y sean menos vulnerables.