La (pequeña) ceremonia en honor a Rafael Nadal fue tema de conversación durante la fase final de la Copa Davis en Málaga el 20 de noviembre. Después de la sorpresiva derrota de España en cuartos de final ante Holanda, hubo un puñado de discursos y un vídeo proyectado en el en lo alto del Palacio de Deportes para rendir homenaje a una de las mayores leyendas del tenis.
Novak Djokovic, que debería estar en las gradas del estadio español el viernes para la semifinal, como Andy Murray, se arrepiente. “Para ser sincero, me siento mal por no haber estado allí”, admitió el gran rival de “Rafa” a la prensa serbia al margen del Open de Australia. No conozco los detalles exactos de la ceremonia, pero sé que el plan era hacerla después de las semifinales, si España llegaba a semifinales.
Roger Federer había elegido retirarse en una fecha fijada durante su exhibición, la Copa Laver. Para familiares, seres queridos, rivales, aficionados u organizadores, todo estaba claro en cuanto al calendario y era más fácil organizarse con antelación. Rafael Nadal decidió despedirse en modo competición, sin saber si siquiera podría entrar al campo. Y por tanto con el riesgo de coger a todo el mundo por sorpresa.
“Desafortunadamente, las cosas sucedieron como sucedieron”, dijo Nole. Vi el vídeo de la ceremonia y si me preguntas, no estuvo bien hecho. No sé si Rafa no quiso armar mucho escándalo para no molestar a los demás equipos, los partidos… No lo sé, la verdad”.
