La Vendée Globe, una alegoría del emprendimiento (y de la vida)

La Vendée Globe, una alegoría del emprendimiento (y de la vida)
La Vendée Globe, una alegoría del emprendimiento (y de la vida)
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Mientras Charlie Dalin acaba de batir el récord de la Vendée Globe, la navegación arroja luz sobre un concepto útil para el emprendimiento: la efectuación. Detrás de esta palabra se esconde otro enfoque sobre cómo afrontar la incertidumbre. Al igual que las olas, innovar o afrontar la competencia no puede reducirse a cálculos y anticipaciones perfectas.


La Vendée Globe, esta carrera legendaria alrededor del mundo, en solitario y sin escalas, supera los límites de la resistencia humana y tecnológica. Los patrones se enfrentan a los mares más hostiles, a vientos furiosos y a la soledad durante casi tres meses. Pero más allá de la hazaña deportiva de Charlie Dalin y otros, la Vendée Globe revela un enfoque estratégico que encuentra un eco inesperado en el mundo del emprendimiento: la efectuación.

A primera vista, nada parece unir estos dos universos. Sin embargo, los patrones y los empresarios comparten un desafío común: navegar por la incertidumbre. Si para el regatista es fundamental una preparación cuidadosa, con una planificación detallada de las tareas que debe realizar antes de la gran salida, la realidad de la regata es muy diferente. Una vez cruzada la línea de salida, los peligros se multiplican y lo inesperado se convierte en la norma.

Anticipar la incertidumbre

Ante esta incertidumbre, existe una gran tentación de querer anticiparlo todo, de intentar predecir el futuro para controlarlo mejor. Es la lógica predictiva, la que afirma con el filósofo estoico Séneca que “no hay viento favorable para quien no sabe adónde va”. Pero este enfoque encuentra rápidamente sus límites cuando el entorno se vuelve demasiado complejo e impredecible. Para el regatista, la incertidumbre comienza después de la línea de salida; para el emprendedor, es incluso antes.

Aquí es donde entra en juego la teoría de la efectuación, desarrollada por la investigadora Saras Sarasvathy. Al estudiar a empresarios experimentados, descubrió una lógica diferente, que no busca predecir el futuro sino moldearlo utilizando los medios disponibles. La efectuación es partir de la situación actual tal como es y considerando lo que ésta permite.



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Para los patrones de Vendée Globe, esto significa lidiar con las condiciones climáticas, los daños y los momentos de fatiga. En lugar de seguir obstinadamente un plan preestablecido, aprovechan las oportunidades que se les presentan. Un momento de calma inesperado puede convertirse en el momento perfecto para reparar una vela o descansar. Una ráfaga de viento puede brindar la oportunidad de optimizar la trayectoria.

Control no predictivo

Del mismo modo, los empresarios “eficaces” no buscan predecir la facturación ni saber si su modelo económico será óptimo. Avanzan paso a paso, movilizando los recursos a su disposición (sus habilidades, su red, su capital) para fomentar el compromiso de sus socios.

EM Lyon.

Esta lógica eficaz se basa en un principio clave: el control no predictivo. En lugar de intentar predecir un entorno incierto para controlarlo, se trata de controlar lo que se puede controlar –las propias acciones– para dar forma a nuestro futuro. Es un cambio radical de perspectiva, que abre nuevos horizontes.

Para los patrones, esto significa aceptar que habrá tormentas, borrascas y zonas de mal tiempo. Pero en lugar de sufrir estos peligros, pueden elegir cómo reaccionar ante ellos, incluso si eso significa desviarse de su ruta inicial. Cada decisión está guiada por el deseo de terminar la carrera, atendiendo a la realidad del momento.

Agilidad estratégica

Los empresarios eficaces adoptan el mismo enfoque. Saben que su proyecto inicial evolucionará según las reuniones, la retroalimentación del mercado y las limitaciones emergentes. En lugar de depender de un plan de negocio fijo, prefieren la experimentación y la búsqueda del compromiso para no quedarse solos. Cada paso es una oportunidad para reajustar el rumbo, para aprovechar nuevas posibilidades.

Esta agilidad estratégica es esencial en un mundo complejo y cambiante. Los capitanes y emprendedores eficaces han comprendido que la incertidumbre no es un obstáculo que eliminar, sino un dato que integrar en su toma de decisiones. Si se centran en lo que pueden controlar (su barco, sus recursos), pueden progresar.


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Por supuesto, este enfoque no garantiza el éxito. Pero ofrece una brújula para navegar en la incertidumbre, para avanzar paso a paso sin quedar paralizados por lo impredecible. Es una lección valiosa para todos aquellos que se enfrentan a lo desconocido, ya sean capitanes, empresarios o nuevos tipos de exploradores.

Deja de huir de la incertidumbre

Entonces, ¿estaba Séneca completamente equivocado? ¿Qué pasaría si, en lugar de esperar a que el viento adecuado nos lleve a donde queremos ir, dejamos que los vientos adecuados nos digan adónde podemos ir? Es el desafío de la realización, esta lógica empresarial que nos invita a abrazar la incertidumbre en lugar de huir de ella.

Tanto para los navegantes como para los empresarios de Vendée Globe, este enfoque abre nuevos horizontes. Nos libera de la tiranía de la predicción, del miedo al fracaso, de la parálisis ante lo desconocido. Te invita a empezar, a experimentar. Nos recuerda que la aventura está tanto en el viaje como en el destino.

Así que, ya seas Charlie Dalin, emprendedor o simplemente curioso, déjate inspirar por esta filosofía de acción. Aprende a hacer de cada ola una oportunidad, a construir tu futuro con los medios que tienes a mano. Es en la adversidad donde se revelan los verdaderos aventureros, aquellos que saben transformar los vientos en contra en aliados para alcanzar su sueño.

Con la efectividad como única brújula, y la incertidumbre como mejor aliada.

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