“Existe un gran riesgo de que la situación empeore y que la magnitud de la crisis sea comparable a la de la región rusa de Krasnodar”, afirmó el líder ruso de Crimea, Sergei Aksionov. El 15 de diciembre, dos petroleros encallaron durante una tormenta en el estrecho de Kerch, entre Rusia y Crimea, provocando una contaminación masiva que, por el momento, ha afectado principalmente a las costas de la región rusa de Krasnodar. Pero luego también llegó a Crimea, en particular a la gran ciudad portuaria de Sebastopol, situada a unos 250 kilómetros del lugar de la catástrofe.
“El objetivo principal es evitar que los productos derivados del petróleo lleguen a la costa y utilizar todos los medios disponibles para eliminar la contaminación del agua”, dijo el miércoles Serguei Aksionov. Pidió coordinar “claramente” el trabajo de los pequeños buques actualmente desplegados para eliminar la contaminación y continuar la observación aérea “permanente”.
El funcionario también planteó la posibilidad de crear un segundo centro para atender a las aves víctimas del derrame de petróleo y recogidas en Crimea.
Cetáceos encontrados muertos por docenas
Varios cetáceos también fueron encontrados muertos en Sebastopol, dijo el miércoles Pavel Kharlamov, diputado local y jefe de un grupo de voluntarios que limpian las playas. Interrogado por la agencia TASS, afirmó que se habían encontrado muertos “varios” cetáceos y que sus restos estaban siendo “evacuados”. No especificó su número ni su especie.
El domingo, una ONG especializada con sede en Sochi, en el suroeste de Rusia, afirmó que más de 30 cetáceos habían sido encontrados muertos desde el inicio del desastre, citando una cifra “elevada” y “atípica”. Según la ONG, estas víctimas son principalmente marsopas del Mar Negro (Phocoena phocoena relicta), una especie ya en peligro de extinción.
Más de 2.000 toneladas de fueloil se escaparon al mar
Los dos petroleros varados contenían 9.200 toneladas de “fuelóleo pesado”, de las cuales al menos una cuarta parte (26%) se escapó al mar, según la última estimación del Ministerio de Transporte ruso, proporcionada la semana pasada. Las autoridades y los voluntarios rusos están llevando a cabo una campaña de limpieza masiva, en la que participan miles de personas, pero la situación sigue siendo motivo de preocupación.
Más de 118.000 toneladas de arena y tierra contaminadas han sido retiradas de decenas de kilómetros de playas de la costa rusa, informó este martes el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso. En Crimea y Sebastopol se han recolectado al menos 287 toneladas de productos petrolíferos desde el inicio de las operaciones, según la misma fuente, que añade que se han recogido y “salvado” más de 5.550 aves.
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