La escena es famosa. El 1 de junio de 1994, pocos días antes de las elecciones europeas, Jean-Marie Le Pen y Bernard Tapie debatían ante las cámaras en el programa “20 h” de France 2. El encuentro era esperado con impaciencia porque, unos años antes, el 8 de diciembre de 1989, los dos hombres ya se habían enfrentado en TF1 y habían estado a punto de repartir chistes.
Fue Paul Amar, entonces presentador de la misa mayor de France 2, quien moderó este nuevo debate entre el ex ministro y el líder del FN. Para sorpresa de este último, el periodista colocó sobre la mesa unos guantes de boxeo al inicio del programa, amablemente ofrecidos por una famosa tienda de deportes.
“Si las cosas van mal, como queremos evitar traumas o golpes, tendréis guantes”, dijo Paul Amar, delante de Tapie y Le Pen atónitos. Tres semanas después, el periodista fue despedido a las 8 de la noche.
Invitado el martes por la noche en BFMTV con motivo de la muerte de Jean-Marie Le Pen, Paul Amar volvió a este llamado asunto de los guantes de boxeo: “Este debate me fue impuesto (…) Estaba muy enojado (…) No No lo quiero por una sencilla razón que estoy revelando por primera vez. Tenía un amigo en el Ministerio del Interior que me advirtió: ‘Cuidado, que van a llegar a las manos’.
“Querían actuar así por razones específicas: Bernard Tapie tenía problemas legales y Jean-Marie Le Pen se vio eclipsado por Philippe de Villiers”, explica Paul Amar, quien da a entender que era necesario hablar de los dos hombres.
Este debate fue iniciado por Edouard Balladur, que quería poner obstáculos a Jacques Chirac, afirma Paul Amar: “Por lo tanto, gracias a mis contactos en el Ministerio del Interior, estaba seguro de que Tapie y Le Pen habían planeado ir a las manos. Así que puse estos famosos guantes sobre la mesa para inhibirlos, en cierto modo. Para evitar que se apoderen de la antena. Hubo una alianza entre los dos hombres. Lo sabía.”
“Todo el mundo recuerda la historia de los guantes de boxeo, pero nadie recuerda la calidad del debate”, subraya Paul Amar. Duró una hora. Tapie y Le Pen estaban absolutamente tranquilos, inhibidos, en cierto modo atados, por la presencia de los guantes”. Por lo tanto, la estratagema del periodista funcionó e impidió que los debatientes pusieran en práctica su plan.
Tres semanas después, Paul Amar fue despedido de “8 pm”. Pero no por los guantes. “Me despidieron porque me negué a montar para Edouard Balladur, como me había pedido el entonces jefe de la cadena, Jean-Pierre Elkabbach”, asegura el periodista.