El gobierno francés pide a sus ciudadanos que no viajen a Irán hasta que el régimen de Teherán haya liberado a los tres franceses que considera detenidos ilegalmente y que, por tanto, considera “rehenes”.
“La situación de nuestros compatriotas secuestrados en Irán es totalmente inaceptable”, subrayó el martes el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, en un discurso durante la conferencia de embajadores que reúne, como cada año en París, a los responsables de sus legaciones diplomáticas en todo el mundo.
Barrot denunció que estos “rehenes” se encuentran “en condiciones indignas” que comparó con “torturas”, y señaló que “la situación ha empeorado” desde el inicio, el pasado mes de julio, del mandato del actual presidente iraní, Masud Pezeskhian.
Por eso justificó la consigna según la cual los franceses no irían a Irán hasta que fueran liberados, y advirtió que de esta cuestión dependerían las relaciones bilaterales y “el futuro de las sanciones” a las que está sujeto el régimen iraní.
Hay tres franceses que su gobierno considera “rehenes del Estado” en Irán. Por un lado, está la pareja formada por Cécile Kohler y Jaques Paris, detenido en la primavera de 2022 acusado de espionaje durante un viaje turístico.
Por otro, hay un hombre cuya identidad las autoridades francesas no quisieron revelar y del que sólo saben su nombre, Olivier.
El pasado mes de junio, Louis Arnaud, un treintañero que viajaba por el mundo cuando fue detenido en Irán en septiembre de 2022, fue liberado, acusado de participar en protestas contra el asesinato de Masha por parte de la policía religiosa. Amini, una joven iraní arrestada por no haber llevado el velo de acuerdo con las normas del régimen. EFE y Aurora