Los lazos familiares entre el cofundador del Frente Nacional y su hija se habían tensado significativamente en los últimos años, después de años de compañerismo político. Finalmente se habían calentado en los últimos años.
Vínculos tumultuosos. Durante su vida, en la que siempre se entrelazaron política y familia, Jean-Marie Le Pen, fallecido el martes 7 de enero a los 96 años, vivió una relación de montaña rusa con su hija Marine Le Pen. Desde la infancia de este último hasta la campaña presidencial de 2022, una mirada retrospectiva a su telenovela familiar.
“Una noche de terror”
Entre los recuerdos que Marine Le Pen evoca habitualmente sobre su infancia, encontramos la explosión en el apartamento de Jean-Marie Le Pen, que se convirtió en blanco de la extrema izquierda tras su candidatura a las elecciones presidenciales de 1974.
“Mi esposa y mis tres hijas”, incluida Marine Le Pen, que entonces tenía ocho años, “nos encontramos en la calle en mitad de la noche”, explica en su Memorias.
“Fue necesaria esta noche de horror para descubrir que mi padre estaba en política”, confesó Marine Le Pen años más tarde en contra la corrientesu autobiografía.
“Y es allí, en la edad de las muñecas, cuando tomo conciencia de algo terrible e incomprensible para mí: a mi padre no nos tratan por igual a los demás, a nosotros no nos tratan por igual a los demás. Se convertirá en un elemento importante de mi propia construcción”, añade.
“Una pena loca”
Unos años más tarde, el divorcio de sus padres fue traumático. En un contexto muy tormentoso, Jean-Marie Le Pen se niega a pagar la pensión alimenticia de su futura exmujer. Su esposa Pierrette, que acaba de dejarlo por un periodista que estaba escribiendo una biografía sobre su marido, lo demanda.
Jean-Marie Le Pe declaró en Playboy: “Si necesita dinero, lo único que tiene que hacer es limpiar”. En respuesta, su esposa posó desnuda en la revista, disfrazada de criada.
“Fue una tristeza enorme para sus hijas”, contó años después la periodista política Catherine Nay en su libro Lo sabes bien, el tiempo pasa..
“En el fondo, ella (Marine Le Pen, ndr.) nunca ha perdonado a su padre por haber provocado esta situación. Ella misma admite haber quedado traumatizada”, explica también el ex vicepresidente de la FN Jean-Claude Martinez en A todos los franceses que ya han votado una vez a Le Pen.
“Ella tenía agallas”
La atmósfera a veces enconada con Jean-Marie Le Pen no le quita, sin embargo, su orgullo. En 1985, Libération reveló testimonios de torturas cometidas por su padre durante la guerra de Argelia. Mientras él le aconseja que evite ir al instituto durante unos días, Marine Le Pen, de 17 años, se niega a ceder.
“Con la cabeza en alto, los labios apretados, irrumpe entre las filas de la escuela, pareciendo desafiarlos con la mirada, dispuesta a responder a la más mínima alusión a las acusaciones dirigidas a su padre”, explican los periodistas David Doucet y Mathieu Dejean en el libro La política a pesar de sí misma.
“Una leyenda familiar rodea este episodio. Jean-Marie Le Pen todavía lo cuenta con emoción: ‘¡Estaba en clase levantando los brazos! Tenía agallas’”, avanza el libro.
Tras el bachillerato, Marine Le Pen se unió al Frente Nacional y decidió estudiar Derecho como su padre. Se convirtió en abogada durante varios años antes de unirse al partido Flame. Animada por su padre, se convirtió en consejera regional de Norte-Paso de Calais en 1998 antes de obtener los galones de teniente tras la marcha del antiguo heredero de Jean-Marie Le Pen, Bruno Mégret.
Consejera durante su campaña presidencial en 2002, en la que Jean-Marie Le Pen se clasificó para la segunda vuelta, para sorpresa de todos, fue su padre quien la impulsó a ocupar el primer plano en los televisores antes de ascender en la clasificación y convertirse en imprescindible para la RN. . A pesar de las fuertes tensiones con los allegados de Menhir, Marine Le Pen sucedió a su padre al frente de la RN en 2011.
El “suicidio político” de Jean-Marie Le Pen
Fue el comienzo de su ascenso político y de una década de tormentosas relaciones entre padre e hija, que buscaban normalizar el movimiento político y convertirlo en una herramienta de conquista del poder.
Las provocaciones verbales, el desacuerdo sobre la línea política impulsada por el entonces número 2 del Frente Nacional, Florian Philippot, el apoyo a su nieta, la diputada Marion Maréchal… Jean-Marie Le Pen, convertido en presidente honorario del FN en 2011, se multiplican los errores que avergüenzan a su hija, ahora responsable de sus salidas, y denuncia su “suicidio político”.
Decidido a seguir desempeñando su papel, el excandidato presidencial incluso se dio el lujo de subir al escenario durante el tradicional desfile del Primero de Mayo de 2015, aunque era persona non grata, antes de marcharse sin siquiera escuchar el discurso de su hija.
Esto es demasiado para Marine Pen que decide excluirlo del partido. Fue el comienzo de un largo drama legal y de intercambios violentos. Jean-Marie Le Pen pide así a su hija que “le devuelva su nombre”, mientras ella denuncia “un suicidio político”.
Años más tarde, confió a BFMTV que este período fue “emocionalmente complicado para ella”.
Reconciliación por su 90 cumpleaños
Sin embargo, las cosas acaban calmándose: la víspera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, el cofundador del Frente Nacional confiesa haber participado en la financiación de la campaña de su hija y asegura que votará por ella mientras explica que “ puede – ser, le faltaba altura” durante su debate con Emmanuel Macron.
Un año más tarde, con motivo de su 90 cumpleaños, Jean-Marie Le Pen reunió a sus tres hijas y se reconcilió con Marine Le Pen como con Marie-Caroline, desterrada veinte años antes por haberse unido a Bruno Mégret, el de los más cercanos a su padre que había despreciado.
Sin dejar, eso sí, de seguir destilando sus púas. En el segundo volumen de sus Memorias, de octubre de 2019, el patriarca cree así que Marine Le Pen comete “errores” porque “no tiene confianza en sí misma”.
Durante uno de sus últimos discursos, en noviembre de 2021, Jean-Marie Le Pen afirmó en BFMTV que apoyaba a su hija en la carrera presidencial, explicando “simpatizar con Éric Zemmour”.
“Amor” por su padre
Muy discreta en los últimos años sobre sus relaciones con su padre, Marine Le Pen había indicado que, en caso de victoria en las elecciones presidenciales de 2022, su primera llamada telefónica sería a él.
Muy debilitado físicamente en los últimos meses, Menhir no asistió al actual juicio de RN. Su última aparición corresponde a la emisión en septiembre de 2024 de un vídeo en el que le vemos cantando todo sonrisas junto a músicos de una banda de rock neonazi.
“Jean-Marie Le Pen es capaz de recitar Musset, pero puede que no sepa qué año es”, explicó entonces Marine Le Pen a BFMTV, afirmando ser garante. “protección de la salud y la imagen” de su padre. A finales de noviembre de 2024, la jefa de diputados de RN habló de “su amor” por él y reconoció “preocupaciones” por su estado de salud.
Este martes estaba en el avión que la traía de Mayotte tras su visita al archipiélago cuando se enteró de la muerte de su padre.