Las autoridades moldavas anunciaron el lunes que convocaban al enviado de Moscú tras las acusaciones sobre la situación en la región separatista prorrusa de Transdniestria, que teme quedarse completamente sin electricidad tras el fin del suministro de gas ruso.
Este territorio de casi medio millón de habitantes, que ha escapado al control de las autoridades moldavas desde la caída de la URSS, ya cerró la semana pasada muchas empresas industriales y introdujo cortes de electricidad nocturnos. electricidad para la población.
El gigante ruso Gazprom anunció en diciembre el cese de los envíos a Moldavia incluso antes de que Kiev formalizara el fin del contrato de tránsito, en el contexto de una disputa financiera con esta ex república soviética con aspiraciones europeas. Hasta ahora suministraba gas a Transdniestria a través del proveedor local Tiraspoltransgaz, sin que esta empresa pagara estos suministros. La región envió las facturas a Chisinau, aumentando gradualmente la deuda de Moldavia con Gazprom. Pero si Moscú lo estima en más de 700 millones de dólares, Chisinau lo estima en sólo 9 millones.
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