El hombre que tomó como rehenes a cinco personas el viernes en la prisión de Arles, en Bocas del Ródano, ya no se enfrenta a la policía, sino a los médicos. De hecho, la custodia del detenido fue interrumpida el sábado, después de que un perito psiquiátrico concluyera que era necesaria su hospitalización en una unidad psiquiátrica.
El psiquiatra concluyó “que se había producido una descompensación de los trastornos de la personalidad que le hacían peligroso para sí mismo o para los demás” y recomendó “una hospitalización forzosa en un ambiente especializado”, indicó el fiscal de Tarascón, Laurent Gumbau.
Un móvil borroso
Este hombre de Guyana, de 37 años, tomó como rehenes a cuatro miembros del personal médico y a un guardia penitenciario durante cinco horas el viernes, en la unidad de cuidados de la prisión central de Arlés, donde los secuestró bajo amenazas de un arma casera, antes de entregarse sin causar heridos. El hombre parecía tener el “motivo” para cambiar de establecimiento, pero “no hubo ninguna petición concreta y por escrito, como pueden hacer los reclusos ante la administración penitenciaria”, subrayó el viernes el fiscal de Tarascón. .
La custodia de este recluso, que cumplía una pena de dieciocho años de prisión en la prisión central de Arlés por violación a punta de pistola, fue levantada a las 18.30 horas, afirmó el magistrado, “y se promulgó el ingreso total sin consentimiento”. […] en el centro hospitalario especializado de Montfavet” en Vaucluse. “En última instancia, podría ser atendido a principios de la próxima semana en la unidad hospitalaria especialmente diseñada (UHSA) en Marsella”, añadió. Tan pronto como su estado de salud “se haya estabilizado suficientemente, será interrogado nuevamente en el marco de la reanudación de la medida de detención policial”.
Un recluso “muy peligroso”
Varias fuentes destacaron el viernes los trastornos psiquiátricos del detenido, calificado de “inestable”, sin que se haya establecido formalmente ninguna patología. El prefecto de policía de Bocas del Ródano, Pierre-Edouard Colliex, calificó a este hombre, conocido “por sus actos de violencia, especialmente durante la detención”, de “muy peligroso”, saludando al final un resultado “sin el uso de la fuerza”. de una “negociación bastante larga y bastante complicada”.