Transnistria, territorio separatista prorruso en Moldavia, anunció el viernes por la noche el establecimiento de cortes de electricidad para la población debido al cese del suministro de gas ruso, vital para su medio millón de habitantes. Este pequeño territorio, que ha escapado al control de la capital, Chisinau, desde la caída de la URSS, ya había cerrado el jueves 2 de enero numerosas empresas industriales debido a la falta de electricidad. Esta vez los vecinos están preocupados.
“En Transnistria, hoy, 3 de enero, habrá cortes de energía. Esto se debe a que actualmente los habitantes de la República consumen más electricidad de la que produce el sistema energético.explicó en Telegram el Ministerio de Economía de este territorio separatista. Estos cortes se producirán a intervalos regulares de 18.00 a 22.00 horas.
El líder de este territorio, Vadim Krasnosselski, estimó en Telegram que “la carga [sur le réseau] seguirá aumentando». Según él, más de 3.000 viviendas ya se han visto privadas de luz y calefacción debido a incidencias provocadas por la sobrecarga de la red eléctrica. El día anterior, las autoridades se alarmaron por un “crisis grave” a las consecuencias “irreversible” después de que el miércoles se interrumpieran los envíos de gas ruso a Transnistria, en el contexto de una disputa financiera entre Moscú y Chisinau.
Hasta ahora, el gigante ruso Gazprom suministraba gas a Transnistria a través del proveedor local Tiraspoltransgaz, sin que esta empresa pagara estos suministros. Como Transnistria no era reconocida por la comunidad internacional, la entidad secesionista envió solicitudes de pago a Chisinau, aumentando la deuda de Moldavia con Gazprom.
El conflicto sobre el importe de la deuda a saldar con Gazprom –estimada en más de 700 millones de dólares (680 millones de euros) por Rusia, pero estimada en sólo unos 9 millones (8,7 millones) por Moldavia– ha empujado al gigante ruso a cortar el grifo de 1es Enero.
El resto de Moldavia se ha salvado hasta ahora de los recortes, en particular gracias a la ayuda de la vecina Rumanía y después de tomar medidas drásticas para reducir el consumo en el país.