Rehenes; Un persistente impasse en las conversaciones

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Rehenes; Un persistente impasse en las conversaciones

Las negociaciones entre Hamas e Israel sobre la liberación de los rehenes parecen estar estancadas a pesar de los esfuerzos regulares por encontrar puntos en común. Según fuentes árabes citadas por el Wall Street Journal, parece poco probable que se llegue a un acuerdo de alto el fuego en Gaza antes de que finalice el mandato de Joe Biden, presidente de los Estados Unidos. Esta situación pone de relieve la complejidad de las discusiones y la falta de avances significativos.

Un persistente impasse en las conversaciones
Los mediadores árabes dicen que las conversaciones se centran principalmente en un alto el fuego temporal y el intercambio de prisioneros. Según se informa, Hamas optó por una estrategia de negociación por etapas, con el objetivo primero de obtener la liberación de los detenidos palestinos y un aumento de la ayuda humanitaria a Gaza. Entre las propuestas discutidas se encuentra un alto el fuego de 60 días, acompañado de la liberación de 30 rehenes bajo ciertas condiciones. Sin embargo, según informes, Israel se negó a liberar a ciertos prisioneros solicitados por Hamás, incluidas figuras emblemáticas como Marwan Barghouti, líder de Fatah encarcelado por actos terroristas.

Las diferencias en las demandas de los dos partidos empeoran la situación. Por ejemplo, según se informa, Hamás rechazó 12 de los 34 rehenes ofrecidos por Israel, prefiriendo ofrecer a cambio 22 rehenes vivos y 12 cadáveres. Esta divergencia refleja una dinámica de negociación estancada, reforzada por la ausencia de una lista detallada de rehenes vivos de Hamás, lo que complica aún más las conversaciones.

La presión internacional: un factor de doble filo
En este tenso contexto, la elección de Donald Trump como próximo presidente de Estados Unidos podría añadir una dimensión adicional a las discusiones. Durante un discurso en Mar-a-Lago, Trump advirtió a Hamás que debe liberar a los rehenes antes de su toma de posesión, prevista para el 20 de enero de 2025. Incluso prometió “graves repercusiones” si no se respetaba esta exigencia. Esta postura firme contrasta con enfoques diplomáticos a menudo matizados y ha sido bien recibida por algunos funcionarios israelíes, que la ven como una aclaración moral de las cuestiones. Por ejemplo, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, aplaudió la voluntad de Trump de denunciar inequívocamente a los responsables de “atrocidades contra la humanidad”.

El apoyo expresado por las familias de rehenes a Trump refleja su esperanza de que un enfoque diferente pueda producir resultados concretos. Ronen Neutra, cuyo hijo es rehén, dijo a The Jerusalem Post que Trump tiene las habilidades para negociar con éxito la liberación de los cautivos.

Perspectivas inciertas
A pesar de la presión internacional y los esfuerzos de mediación, la situación sigue bloqueada. La incapacidad de las partes para ponerse de acuerdo sobre los intercambios de prisioneros y los términos de un alto el fuego temporal subraya la profundidad de las divisiones. Con un contexto regional tenso y cuestiones tanto humanitarias como estratégicas, el futuro de estas negociaciones sigue siendo muy incierto.

Desde que comenzaron las negociaciones hace varios meses, Hamás parece creer que puede conseguirlo todo de Israel a cambio de la liberación de los rehenes: el fin de la guerra, la liberación de cientos de prisioneros palestinos y una importante ayuda humanitaria para Gaza. Israel ha considerado estas condiciones inaceptables desde el principio. Muchos esperaban que la firmeza mostrada por Donald Trump cambiara la posición de los líderes de Hamás, pero parece que no es así. Veremos el 21 de enero, cuando Trump asuma el cargo, qué medidas se tomarán para conseguir la liberación de los rehenes.

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