Osamu Suzuki, que dirigió el fabricante japonés de automóviles y vehículos de dos ruedas del mismo nombre durante más de cuarenta años, falleció el miércoles 25 de diciembre de linfoma, a la edad de 94 años, anunció el grupo el viernes. Este personaje carismático, conocido por su franqueza y su humor, desempeñó un papel destacado en el desarrollo del grupo, al que se incorporó en 1958, supervisando en particular su entrada en el segmento de los vehículos ligeros y su implantación en el mercado indio.
Nacido como Osamu Matsuda en 1930, el futuro jefe se casó con Shoko Suzuki, nieta del fundador de la empresa, cuyo apellido adoptó. Se convirtió en director del grupo en 1978. Fue bajo su dirección que Suzuki entró en el en autosestos minicoches típicamente japoneses, con unas dimensiones y potencia marcadas por ley, que hoy representan el 36% de las ventas de vehículos en Japón. Suzuki recuperó el año pasado el primer puesto en este segmento, superando a su compatriota Daihatsu por primera vez en dieciocho años.
Osamu Suzuki había establecido alianzas con dos de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, Volkswagen y General Motors, que terminaron en fracaso. El grupo Suzuki, que celebró su centenario en 2020, también estableció en 2017 una asociación tecnológica con su compatriota Toyota, consolidada mediante participaciones cruzadas dos años después.
Suzuki cedió el título de director general ejecutivo a su hijo Toshihiro en 2015, antes de renunciar al año siguiente a sus otras funciones dentro de la empresa, además de la de presidente del consejo de administración, para jubilarse en 2021.
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