El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, repite a menudo que quiere anexar Canadá para convertirlo en el quincuagésimo primer Estado americano, y no está claro si lo dice en broma o en serio. Sin embargo, el domingo pasado, cuando anunció al nuevo embajador en Dinamarca, Ken Howery, uno de los fundadores de PayPal, escribió en Truth que “la propiedad y el control de Groenlandia [sono] una necesidad absoluta” para Estados Unidos “para los propósitos de la Seguridad Nacional y la Libertad del Mundo”.
Groenlandia pertenece formalmente a Dinamarca, pero desde el punto de vista geográfico forma parte de América del Norte: además de su ubicación, la isla es importante por sus recursos minerales, en particular tierras raras, níquel y cobalto.
Más allá de sus miras sobre Canadá y Groenlandia, Trump ha dicho en los últimos días que Estados Unidos podría recuperar el Canal de Panamá si las autoridades del país no reducen las tarifas de tránsito para los barcos estadounidenses.
Estados Unidos cedió el control del canal a Panamá en 1999: es la segunda línea de navegación artificial más transitada del mundo, después del Canal de Suez, y por el que pasan alrededor de diez mil barcos y un flujo comercial de 270 mil millones de dólares cada año. Las tarifas de tránsito son la mayor fuente de ingresos del país.
EL ATAQUE DE TRUMP Y LA RESPUESTA DE PANAMÁ
Según Trump, los barcos estadounidenses están siendo tratados “injustamente e injustamente” por las autoridades panameñas. Por ello, “si los principios, tanto morales como legales, de esta magnánima donación [cioè la cessione del canale nel 1999, ndr] Si no se respeta, entonces pediremos que nos devuelvan el Canal de Panamá, en su totalidad y sin peros”.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, respondió diciendo que “la soberanía y la independencia de nuestro país son innegociables. Nuestro canal tiene la misión de servir a la humanidad y su comercio. Este es uno de los mayores valores que los panameños ofrecemos al mundo.”
“¡Ya veremos!”, respondió Trump nuevamente sobre La Verdad.
EL PESO COMERCIAL DEL CANAL DE PANAMÁ Y LA INFLUENCIA DE CHINA
El 2,5 por ciento del comercio marítimo mundial pasa por el Canal de Panamá, según un estudio de McKinsey. Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, más del 70 por ciento de los barcos que pasan por el canal provienen o se dirigen a puertos estadounidenses.
Sin embargo, en los últimos años China, el principal rival político de Estados Unidos, ha invertido mucho en el Canal de Panamá y sus alrededores: como escribió Cuarzoesta presencia ha suscitado preocupaciones sobre la neutralidad de la infraestructura y la zona. También porque en 2017 Panamá interrumpió relaciones diplomáticas con Taiwán para iniciarlas con China (China no reconoce a Taiwán como un país en sí mismo sino como una provincia de su territorio). Luego, en 2018, Beijing y la Ciudad de Panamá iniciaron negociaciones para un acuerdo de libre comercio, que luego quedaron congeladas.
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La cuestión de la “neutralidad” es relevante porque el tratado de 1977 sobre la transferencia del canal de Estados Unidos a Panamá -firmado por el entonces presidente Jimmy Carter- preveía que la zona se mantuviera permanentemente neutral.
En controversia con la decisión de Carter, Trump escribió que fueron Estados Unidos quienes construyeron el Canal de Panamá (en 1904), son ellos quienes lo utilizan, pero “lo regalaron”.