Liberado pero no (todavía) entregado. Este martes, el tribunal danés de Nuuk, Groenlandia, decidió liberar al activista medioambiental Paul Watson, fundador de la ONG Sea Shepherd. Si este último tiene asegurada la posibilidad de llegar a Francia para pasar las vacaciones de fin de año, no está fuera de peligro. Hacemos balance.
¿Por qué Paul Watson estuvo en prisión en Groenlandia?
Es un viejo asunto que ha afectado al activista medioambiental estadounidense-canadiense. En 2010, un barco que transportaba a Paul Watson se enfrentó a un barco ballenero japonés en la Antártida. Durante la maniobra, un miembro de la tripulación del ballenero japonés resultó herido. Al menos, eso es lo que dijeron las autoridades japonesas para justificar la emisión de una orden de arresto contra el fundador de Sea Shepherd.
Fue sobre la base de esta orden de arresto y de una notificación roja de Interpol que las autoridades danesas arrestaron a Paul Watson el 21 de julio, mientras se encontraba a bordo de su barco frente a las costas de Groenlandia. Desde entonces, su detención preventiva en una prisión de Nuuk se ha renovado varias veces, justo cuando la justicia local examina la solicitud de extradición presentada por Japón.
¿Por qué finalmente liberaron a Paul Watson?
El interesado siempre ha negado haber herido a nadie durante sus acciones contra la caza de ballenas. Él y sus seguidores nunca han dejado de denunciar una acción legal emprendida únicamente con el objetivo de silenciarlo y que detenga sus acciones contra los balleneros.
Sin embargo, no fue sólo esto lo que le permitió salir de prisión, aunque el tribunal de Nuuk basó en parte su negativa a extraditar a Paul Watson a Japón en “la naturaleza de los actos en general” imputados. La justicia danesa también argumentó sobre “la duración total de la [sa] detención tras su detención”, y sobre el hecho de que “los hechos por los que se solicita la extradición se remontan a más de catorce años”.
¿Por qué Paul Watson aún no está fuera de peligro?
En última instancia, la decisión del tribunal danés es de su exclusiva responsabilidad. Sigue vigente la orden de detención emitida por Japón, que le costó 149 días de prisión en Groenlandia. Así, a priori, la “notificación roja” emitida por Interpol, de la que no se ha encontrado ningún rastro en la página web de la institución. El aviso solicita que “las agencias policiales de todo el mundo localicen y arresten provisionalmente a una persona en espera de extradición”.
Por lo tanto, en teoría, el defensor de las ballenas bien podría ver repetir su desventura danesa en otros lugares. Por eso sus abogados pretenden ahora “atacar la Notificación Roja y la orden de arresto japonesa, para asegurarse de que el Capitán Paul Watson pueda volver a viajar a cualquier parte del mundo, con total tranquilidad, y no conocer nunca más un caso similar”. episodio”, declaró este martes Jean Tamalet, abogado defensor de Paul Watson.