Llega el incidente, que se produce tras muchas aproximaciones, un codazo delante de los ojos del árbitro que golpea a Maeva Vanlancker en la cara. Es el colmo para Sarah Dochez, “Sabes, soy muy consciente de que no hay partido sin árbitro. Respeto a todos y su trabajo no es fácil. Yo también soy jugadora y como entrenadora, nunca dejo de decirles a mis hijas que lo superen, que ignoren”. pero a veces es muy complicado porque hay repetición en la frustración”.
La exclusión de su técnico hará reaccionar a los Brabançonnes, que remontarán de -12 a pocas unidades tras un 4×3 en los últimos minutos. “No me enfado porque sí”continúa el entrenador, que normalmente nunca habla de arbitraje. “La gente de Libramont me dijo que lo que pasó no fue normal. Durante el partido, hubo repetidas faltas a nuestros tiradores, desde nuestro banco. Extendió la mano para golpear uno de nuestros brazos. También hubo salidas de balón erróneas. Un partido unilateral. Lo peor, sin duda, es que nos piden ser ejemplares y respetuosos pero ni siquiera había forma de comunicarnos con el dúo de gris. Es el tipo de partido que es frustrante, no lo disfrutamos”.
Punto positivo para los Ottintoises, el tríptico luxemburgués (La Rulles, Neufchâteau y Libramont) puede haber acabado con otras tantas derrotas, pero el Rebond evolucionará entre sus muros en 2025 (y con otra dirección de juego).
Ruedas Braine – BCCA Neufchâteau: 73-101
Temperaturas en cuartos: 25-24, 13-31, 21-26, 14-20.
CEREBRO (3×3, 16/23 LF, 20 pies): HELLEPUTTE 18, YENNARI 17 (2×3), PAKA-MALANDA 10, Marlière 7, Pelle Pelle 14 (1×3), DE KEYZER C. 2, Vermeire 2, BRUYNDONCKX 3.
Los Brainoises hicieron una buena copia ofensiva pero se mostraron incapaces de perjudicar los designios del trío Henket (32 puntos) – Denève (25 puntos, incluido 5×3) – Bruyns (19 puntos), autor del 75% de la contribución de Luxemburgo.