¿Qué impacto tendrá en las relaciones con Argelia?

¿Qué impacto tendrá en las relaciones con Argelia?
¿Qué impacto tendrá en las relaciones con Argelia?
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En medio de una crisis política y en un contexto de fuertes tensiones con Argelia, François Bayrou, de 73 años, fue nombrado primer ministro en Francia el viernes 13 de diciembre, en sustitución de Michel Barnier, censurado por el Parlamento.

Este cambio se produce en un momento en el que la relación entre Francia y Argelia está en su peor momento. ¿Qué impacto se espera en la relación bilateral tras el nombramiento para el gobierno de una figura que no forma parte de la extrema derecha ni de la extrema derecha, movimiento directamente responsable del actual impasse?

Argelia se encuentra sin embajador en Francia desde la retirada de Saïd Moussi el 31 de julio, un día después de que París reconociera la “soberanía marroquí” sobre el Sáhara Occidental.

A mediados de noviembre, otro acontecimiento complicó aún más las relaciones entre las dos capitales con el encarcelamiento en Argelia del escritor Boualem Sansal, recién naturalizado francés.

El deterioro de la relación bilateral se debe en gran medida a la presión continua de la derecha y la extrema derecha para lograr que el presidente Emmanuel Macron se aleje de su histórico proyecto de reconciliación con Argelia.

¿Cambiarán las cosas con el primer ministro François Bayrou?

En Francia, la política exterior es responsabilidad del Presidente de la República, pero las convicciones del Primer Ministro y de los miembros de su gobierno pueden al menos influir en el debate público.

El gobierno saliente no ha contribuido al apaciguamiento. Apenas nombrado, el Ministro del Interior, Bruno Retailleau, que había trabajado como senador para la derogación del acuerdo sobre inmigración de 1968, atacó frontalmente a Argelia, a la que prometió un “brazo de hierro” para la cuestión del retorno de los inmigrantes ilegales a las fronteras.

Retailleau envenenó aún más el ambiente entre los dos países, provocando una reacción directa del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, que declaró el 5 de octubre que el acuerdo de 1968 se había convertido en “la norma detrás de la cual marcha el ejército de extremistas” en Francia.

Francia – Argelia: lo que puede aportar el nombramiento de François Bayrou

François Bayrou no es ni de derecha ni de extrema derecha y no se le conoce por haber tenido el más mínimo desvío hacia Argelia durante su larga carrera política. En el mejor de los casos, no echará más leña al fuego. En el peor de los casos, mantendrá el status quo.

Durante la ofensiva, en junio de 2023, del movimiento extremista contra el acuerdo de 1968, François Bayrou explicó sabiamente que esto no resolverá el complejísimo problema migratorio. Criticó la atención de la derecha y la extrema derecha al acuerdo de 1968.

“En mi opinión, si centra toda esta cuestión en Argelia, se equivoca”, declaró François Bayrou, que no gusta ni a la derecha ni a la extrema derecha. Dos veces durante las elecciones presidenciales de 2017 y 2022, se alineó detrás de Emmanuel Macron contra Marine Le Pen. En 2012 no apoyó a Nicolas Sarkozy contra François Hollande.

Es uno de los pocos políticos franceses que ha adoptado públicamente una posición contraria a la de la derecha y la extrema sobre esta cuestión.

Sin embargo, habrá que esperar a que los componentes de su gobierno, y en particular a los titulares de las carteras de Asuntos Exteriores e Interior, lo vean con mayor claridad.

Mientras tanto, su nombramiento es recibido con cierto optimismo por quienes reconocen en Bayrou a un hombre moderado y dialogante, pero nadie se hace ilusiones sobre la capacidad de Bayrou para mejorar una relación completamente deteriorada.

“Las relaciones se han vuelto banales”

“La toma de posesión de un nuevo primer ministro francés puede ser una oportunidad para ver un cambio en el enfoque de las relaciones francesas”, dijo Djilali Soufiane a la TSA.

“Los dos países tienen intereses comunes y deberían situar sus relaciones en una perspectiva racional”, cree el presidente Jil Jadid, que teme, sin embargo, la acción perjudicial de los lobbies antiargelinos, actualmente “muy activos” en Francia.

“Esperemos que el señor Bayrou, conocido por su moderación y capacidad de diálogo, pueda aliviar las tensiones e influir en las estrategias actuales contra Argelia”, espera Djilali Soufiane.

“No creo que François Bayrou tenga tiempo para examinar cuestiones diplomáticas y cuestiones delicadas como Argelia. No es el líder de un partido fuertemente representado en la Asamblea y, como tal, no tiene relevo ni en la prensa ni en las instituciones. Se parece a Macron. Argelia es el archivo de todo un mandato”, estima por otra parte un ex diplomático argelino, que señala que de la relación argelino-francesa no queda casi nada, aparte del suministro de gas. “Las relaciones entre Francia y Argelia han vuelto a la banalidad”, considera.

Karim Zeribi, ex eurodiputado, tampoco espera un efecto Bayrou, sabiendo que el nuevo primer ministro francés tendrá otras prioridades además de la relación entre Francia y Argelia, “porque tiene cuestiones internas candentes”.

“Su primer objetivo será tratar de encontrar formas de apaciguamiento en la Asamblea Nacional. Y como la derecha y la extrema derecha son antiargelinas, él no se aventurará en este territorio que dejará al Presidente de la República”, analiza Zeribi.

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