El asesinato de un ejecutivo de seguros médicos con un arma “fantasma” imposible de rastrear resurge el debate sobre estas armas impresas en 3D en Estados Unidos. Una mirada retrospectiva a una controversia que divide al país…
El debate sobre las armas “fantasma” está resurgiendo en Estados Unidos después del impactante asesinato de un alto jefe presuntamente cometido con una. Esta tragedia reaviva la controversia en torno a estas armas caseras imposibles de rastrear fabricadas con impresoras 3D.
Según fuentes cercanas a la investigación, la policía descubrió un arma “fantasma” en el sospechoso arrestado por el asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthCare, un gigante de seguros médicos. Una noticia que preocupa a los activistas pro-armas, no por el peligro que representan sino por el temor a un endurecimiento de la legislación que les afecta.
Una amenaza fantasma cada vez más real
También llamadas “pistolas fantasma”, estas armas caseras plantean un verdadero desafío de seguridad. Compuestos de piezas impresas en 3D, son fáciles de fabricar en casa por unos cientos de dólares y están fuera de cualquier control. A diferencia de las armas vendidas legalmente, no llevan un número de serie, lo que las hace imposibles de rastrear para la policía.
Consecuencia: las incautaciones de armas “fantasma” en la escena del crimen se han disparado, pasando de 4.000 en 2018 a casi 20.000 en 2021, según cifras oficiales. Un verdadero “sueño criminal hecho realidad” según el Giffords Law Center, que lucha contra la violencia armada.
¿Pasatiempo o peligro público?
Ante esta amenaza, varias ciudades como San Francisco y Los Ángeles han adoptado medidas encaminadas a restringir o incluso prohibir la venta de estos kits de armas. Pero los entusiastas de las armas lo ven como un ataque a su afición. Rob Pincus, que organiza una competición anual de fabricación de armas, nos asegura que es sólo un pasatiempo para aficionados:
“Se parece más a un club de lectura de ‘El señor de los anillos’ que a un club de ‘policías en ciernes'”.
Sin embargo, algunos internautas son mucho menos sinceros en las redes sociales. Uno de ellos incluso dijo “felicitaciones” al presunto creador del modelo de arma homicida, saludando el “primer asesinato de alto nivel con un arma impresa en 3D”.
Un debate que divide
Más allá del drama, este asesinato ilustra la profunda división en la cuestión de las armas en Estados Unidos, donde el derecho a portar armas está garantizado por la Segunda Enmienda de la Constitución. Fabricar un arma para uso personal es completamente legal.
Pero ante la proliferación de “armas fantasma”, el presidente Biden promulgó un decreto en 2022 que las somete a las mismas reglas que las armas convencionales:
- Verificaciones de antecedentes del comprador
- Número de serie requerido
Un texto inmediatamente impugnado por los pro-armas ante el Tribunal Supremo. Según un ex funcionario de control de armas, el número de armas impresas en 3D seguirá aumentando, pero “no hay razón para pensar que las armas 3D hayan hecho que el mundo sea más peligroso”. Una opinión lejos de ser compartida por todos tras este nuevo drama.
Este impactante asunto no dejará de relanzar el eterno debate sobre las armas en Estados Unidos, que siguen siendo señaladas por su papel en la violencia endémica que socava al país. Las personas a favor y en contra de las armas siguen más en desacuerdo que nunca sobre el tema.