El coche estaba aparcado, con el motor en marcha, en esta pequeña urbanización de Montévrain (Seine-et-Marne). Fue en el interior de este vehículo donde fue encontrado el cuerpo de la víctima, un hombre de la localidad, la tarde de este viernes, alrededor de las 19.30 horas.
Tenía una gran herida en el cuello, lado izquierdo, mientras que un imponente cuchillo de cocina manchado de sangre yacía en el suelo, del lado del pasajero. En el habitáculo también se encontró un recibo de compra del famoso cuchillo, precisa la fiscalía de Meaux.
Según una fuente policial, fue su hermano quien hizo el terrible descubrimiento. Preocupado por no haber sabido nada de él desde la noche anterior, este último, un policía, habría utilizado el sistema de geolocalización del teléfono de su hermano para encontrarlo. Lo que le habría llevado directamente a la Allée des Bosquets. Los servicios de emergencia sólo pudieron constatar la muerte del hombre de cuarenta años.
Un médico forense fue enviado al lugar. Según sus análisis iniciales, el hombre de 42 años ya llevaba varias horas muerto. El cuerpo fue transportado al instituto forense, donde se le practicará la autopsia a principios de la próxima semana, indica la fiscalía de Meaux.
Las circunstancias del descubrimiento, así como la naturaleza de la lesión, sugieren que la víctima podría habérsela infligido a sí misma. Se ha abierto una investigación. “Sin cerrar una puerta, la posibilidad de suicidio parece seriamente concebible”, comenta el fiscal de Meaux, Jean-Baptiste Bladier.
