Publicado el 12/11/2024 21:41
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Entre la caldera de gas y la bomba de calor, la elección es rápida. En Francia, cada vez más personas prefieren las calderas de gas, un método de calefacción que va en contra de la transición ecológica.
El trabajo principal ha comenzado para James Suin. El nuevo propietario decidió cambiar todo el sistema de calefacción de su nueva vivienda, sustituyendo la antigua caldera de gasoil por una que funciona con gas. Su instalador también le había ofrecido una bomba de calor, pero James se enfrió rápidamente debido al precio de esta última. “La instalación costó 15.000 euros”, explica. De media, una caldera de gas cuesta entre tres y cuatro veces menos que una bomba de calor. Suficiente para atraer cada vez a más propietarios. Desde el pasado mes de enero, el número de instalaciones de este método de calefacción ha aumentado un 15%.
El precio del gas también es motivo de este incremento de instalaciones. Ha vuelto a niveles mucho más bajos, alcanzando los 45 euros por megavatio hora, frente a los 250 euros de 2022. Sin embargo, este método de calefacción no va en la dirección de la transición ecológica y, por tanto, podría estar sujeto a mayores impuestos.
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