Una tragedia con graves consecuencias humanas y jurídicas. El incendio que se produjo la noche del 2 al 3 de diciembre en un edificio okupado en Caluire-et-Cuire provocó la muerte de una persona, hirió gravemente a otras dos y dejó en la calle a una cincuentena de ocupantes. En el centro de la polémica: la posible responsabilidad de la metrópoli y del ayuntamiento de Lyon y su política considerada demasiado permisiva con las okupas.
Un informe del SDMIS (Servicio Departamental-Metropolitano de Bomberos y Salvamento) del 17 de noviembre de 2023 ya destacaba el peligro de este edificio, propiedad de la ciudad de Lyon: instalaciones eléctricas precarias, falta de escaleras y alto riesgo de propagación en caso de fuego. A pesar de estas advertencias, el ayuntamiento de Lyon no ha emitido ninguna orden de peligro, contrariamente a las peticiones del alcalde de Caluire, Philippe Cochet, que había emitido una orden de prohibición residencial anulada por el tribunal administrativo.
Para la oposición, esta inacción constituye un grave error. “El alcalde de Lyon optó por no solicitar la evacuación de esta okupación y no se emitió ninguna orden de peligro. Por tanto, aquí se compromete la responsabilidad penal del alcalde”.acusa al grupo Derecha, Centro e Independientes, presidido por Pierre Oliver (alcalde del 2º) que denuncia una “política hipócrita de hospitalidad”.
Sin embargo, el informe SDMIS, enviado a la Metrópoli y a la ciudad de Lyon, señalaba peligros importantes, aunque se consideraba insuficiente para declarar un peligro inminente. El Ayuntamiento todavía había iniciado un proceso judicial para solicitar el desalojo, pero la mediación fue decidida y aceptada por ambas partes. Esta mediación permitió “ganar” tres meses -el plazo en el que se suponía que debía estar finalizado-, pero mientras tanto se produjo la tragedia.
También se alzan voces contra el colectivo Intersquat 69, detrás de la instalación de los ocupantes, que también podría estar preocupado por haber expuesto a estas personas a condiciones de vida peligrosas. De hecho, este tipo de colectivos incitan habitualmente a personas vulnerables a invertir en edificios sin tener en cuenta los peligros que presentan. “Se está imponiendo una verdadera influencia”, observa una fuente cercana al asunto, refiriéndose a la estricta gestión interna de estos colectivos. Intersquat 69 también estuvo presente durante la evacuación del gimnasio puesto a disposición urgentemente después del incendio, lo que ilustra su papel activo y su influencia sobre los okupas.
Si se cuestiona claramente la responsabilidad de los colectivos pro-okupaciones por su papel en la instalación de los ocupantes, las comunidades no quedan al margen. La cuestión de si la ciudad de Lyon o la Metrópolis podrían haber actuado más rápidamente sigue estando en el centro del debate.
La investigación abierta deberá establecer responsabilidades en esta tragedia. Si estos ocupantes ilegales se hubieran encontrado aquí después de la evacuación de la “Okupa Pirámide” en el distrito 7, su acogida en un edificio tan degradado suscita dudas. La ciudad de Lyon se mostró muy evasiva en sus declaraciones. Sin embargo, reconoce en su comunicado de prensa que este edificio estaba ocupado desde octubre de 2023, al tiempo que expresa su “solidaridad con las víctimas y sus seres queridos antes de agregar, No conocemos las circunstancias del incidente”.