En la Franja de Gaza, la población palestina afectada por la guerra aumenta los pedidos de ayuda ante la grave escasez de pan, informa la Agencia France-Presse (AFP).
Frente a las pocas panaderías que aún están abiertas, cada mañana se congrega una multitud que espera poder hacerse con una bolsa de pan, a veces diminuta. En Khan Younès (sur), los fotógrafos de la AFP vieron a decenas de personas reunidas cerca de un punto de distribución, con sus cuerpos apretados unos contra otros.
El viernes, dos mujeres y una joven murieron pisoteadas durante una estampida frente a una panadería en Deir Al-Balah (centro). “Para conseguir un saco de pan se puede tardar un día entero, entre ocho y diez horas”señaló el hermano de una de las mujeres, Jamil Fayyad.
Los residentes explican lo difícil que es encontrar sacos de harina de 50 kilos, los que compraban antes de la guerra durante varias semanas y que hoy se venden por entre 500 y 700 shekels israelíes (entre 130 y 180 euros).
El domingo, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) anunció la suspensión de las entregas de ayuda a la Franja de Gaza desde un punto fronterizo clave con Israel, ya que la entrega se había convertido en ” imposible “ en parte debido al saqueo de bandas organizadas.
Esta decisión es “como una bala en la cabeza”describe Layla Hamad, de 39 años, refugiada con su marido enfermo de cáncer y sus siete hijos en una tienda de campaña en Al-Mawasi (sur). “Ahora nos decimos a nosotros mismos todos los días que no sobreviviremos, ya sea por los bombardeos o por la hambruna. »
La UNRWA anunció el martes una distribución excepcional de harina para familias inicialmente compuestas por más de diez miembros, pero admite que dispone de existencias limitadas.
