El Instituto Sotomo publicó el lunes la evolución de la fuerza de los partidos en Suiza, un año después de las elecciones de octubre de 2023. Parece que la UDC es el único partido que ha progresado en 2024 2,3 puntos para coquetear con 30 % del electorado. El PLR y el Centro se mantienen estables (14,3 y 14,1%) y el PS (17,8%), los Verdes (9,5%) y los Vert’liberaux (6,6%) están en ligero descenso.
Esta evolución confirma el giro hacia la derecha de la población suiza observado en 2023. Sin embargo, la situación es muy paradójica. El partido líder en Suiza gana en las encuestas, pero ha perdido todos los votos sensibles de esta campaña de 2024. Perdió en marzo contra el 13.º AVS de pensiones y a favor de la iniciativa sobre las pensiones. En junio fracasó contra la Ley Federal de Electricidad y por la Iniciativa de Integridad Física. En septiembre perdió con la reforma de la LPP y finalmente en noviembre con las autopistas y los dos objetos de la ley de arrendamiento.
El análisis de los resultados de las urnas muestra que una proporción importante de los partidarios de la UDC no siguieron las consignas de su partido en estos objetos (como en el PLR o el Centro). Así vemos que en las elecciones y los sondeos los suizos se inclinan un poco más hacia la derecha, pero durante las votaciones se dejan convencer más por argumentos de la izquierda.
Esta contradicción muestra dos lados del electorado suizo, bien arraigados en valores conservadores, pero apegados a una cierta comodidad social, especialmente en lo que respecta a las pensiones. De esta preocupación también se deriva la negativa a endurecer los derechos de arrendamiento. En cuanto a las autopistas, su negativa demostraría un deseo de “decrecimiento en la derecha”, un nuevo parámetro a tener en cuenta en el comportamiento del electorado.
Esta contradicción también afecta al equilibrio institucional suizo, donde el pueblo tiene la última palabra, ¡aunque se contradiga! Finalmente, esta diferencia de posicionamiento de la población entre elecciones y votos hace que para buena parte del electorado, la barrera entre derecha o izquierda tienda a desaparecer cuando votamos según sus propios intereses.
