Los hechos tuvieron lugar en el bosque de Tamkiste en la comuna de Ghbala, en la provincia de Béni Mellal. Un cazador supuestamente mató “accidentalmente” a su compañero de caza e informó a un tercer cazador de la tragedia. Éste, a su vez, informa a los servicios de gendarmería de Ghbala. Los gendarmes llegaron inmediatamente al lugar y encontraron el cuerpo de la víctima bañado en sangre, con fragmentos de plomo en la espalda y el cuello, informa Asabah.
Durante su interrogatorio, el autor del disparo mortal explicó a la policía que había apuntado a dos pájaros situados cerca de un montículo sin conseguir alcanzarlos. Dijo que inmediatamente notó un movimiento anormal cerca de un árbol, antes de descubrir a su compañero de caza tirado en el suelo y sangrando profusamente por la cabeza. Afirma haber intentado hablar con él, antes de darse cuenta de que había muerto instantáneamente, y avisar al tercer cazador.
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El cazador también admitió ser el autor del disparo “accidental” y no haber notado la presencia de su compañero de caza cerca del árbol. Luego solicitó una solución amistosa del caso ofreciendo una indemnización a la familia de la víctima. Pero la intervención de una mujer tiende a demostrar que se trató de un homicidio. Se descubrió que esta mujer era la amante de la víctima antes de tener recientemente una relación romántica con el sospechoso. Además, este “mediador” trabajaba en Jenifra en un café del autor del tiroteo.
Al tener conocimiento de esta evolución del caso, los familiares de la víctima presentaron una denuncia por sospecha de asesinato con escopeta de caza ante el Fiscal General del Rey ante el Tribunal de Apelación de Béni Mellal. Ordenó que se profundizara la investigación y se realizaran evaluaciones técnicas.
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