Los resultados son espantosos. El domingo, estallaron enfrentamientos durante un partido de fútbol organizado en Nzérékoré, en el sureste de Guinea (África occidental), que dejaron al menos “decenas de muertos”, según fuentes locales. “Hay alrededor de cien muertos. Los cuerpos están alineados hasta donde alcanza la vista en el hospital. Otros yacen en el suelo de los pasillos. La morgue está llena”, explicó un médico del hospital regional.
El hombre prefirió declarar bajo condición de anonimato, ya que no estaba autorizado a hablar con los medios. El domingo por la noche, el gobierno guardó silencio sobre la tragedia.
Niños entre las víctimas
En videos publicados en redes sociales que aún no han sido autentificados, vemos muchos cuerpos inertes. Otros vídeos que circulan en las redes muestran escenas de gran confusión en las calles tras el estallido de los enfrentamientos. Los periodistas locales hablan de “lanzamiento de piedras” y de “niños” entre las víctimas durante este partido entre Nzérékoré y Labé.
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“Todo empezó con una impugnación a una decisión del árbitro. Luego los aficionados invadieron el terreno de juego”, explicó un testigo que pidió el anonimato. Según la prensa, se trataba de un torneo dedicado al jefe de la junta, el general Mamadi Doumbouya, que llegó al poder tras un golpe de Estado en septiembre de 2021 y que desde entonces se convirtió en presidente.
Un torneo en apoyo del general que degenera
Torneos de este tipo han proliferado en las últimas semanas en Guinea, en lo que se consideran eventos de apoyo a una posible candidatura de Mamadi Doumbouya en las próximas elecciones presidenciales.
La junta se comprometió inicialmente, bajo presión internacional, a ceder el paso a los civiles electos antes de finales de 2024. Desde entonces ha indicado que rompería su promesa. La junta busca silenciar todas las formas de disidencia, prohibiendo manifestaciones y medios críticos. Muchos líderes de la oposición han sido arrestados, acusados ante jueces o expulsados al exilio.
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