Si quiere mantener la esperanza de un rescate, el MHSC debe recuperar el poder en casa, donde llega el Losc este domingo 1 de diciembre (15.00 horas).
“Un poco de información. No sé si lo sabes. Si miras la clasificación del año pasado, al mismo tiempo, ¿quién quedó último? Lyon. ¿Cuántos puntos? Siete. Ahí lo tienes. Que tengas una buena día.” Antes de la recepción de este domingo en Lille, Jean-Louis Gasset se mostró un poco abrumado por la rueda de prensa del viernes.
Tras la última pregunta, el técnico del Montpellier HSC tenía un mensaje que transmitir. Un mensaje de esperanza basado en un precedente: el Olympique Lyonnais de la temporada pasada, colista como La Paillade a estas alturas del campeonato, se había escapado, logrando incluso una séptima plaza como plus, sinónimo de la Europa League.
Un partido de cada tres ganado en casa durante cuatro años
Al abandonar la tribuna, el técnico del Hérault tal vez no escuchó la respuesta de uno de los periodistas, recordándole el mercado de fichajes de invierno del OL. Se gastaron más de 55 millones de euros, un récord en Europa, que ayudaron a salvar Les Gones. Gasset lo sabe, como también sabe que no podrá contar con los mismos ingresos duros y rápidos el próximo enero. En Montpellier, las fuentes estarán en otros lugares, y sin duda en La Mosson, donde hay mucho que ganar. Porque se ha perdido demasiado.
El numero: 600
El Montpellier disputa este domingo su partido número 600 en casa en la Ligue 1 y se convierte en el club número 21 en alcanzar esta cifra, el sexto en el siglo XXI.
“No es ayer que La Mosson ya no da miedo”coincide Gasset, a quien no lo hacemos en su club de toda la vida. Desde agosto de 2020, el MHSC solo ha ganado 26 de sus 80 partidos en su césped (22 empates, 32 derrotas), apenas uno de cada tres (32,5% de victorias). Un ratio hambriento, al que se suman los 15 goles encajados en seis partidos (de los 8 registrados) esta temporada.
Éxito ante el Brest, un faro en la noche
Sólo que el último partido, ganado al Brest (3-1), despertó un orgullo enterrado. Y se le dio un punto de referencia en el momento del partido número 600 en casa del club en la máxima categoría (leer en otro lugar). “Es necesario (dejemos que Brest sea un clic). Debido a que pusimos en marcha un plan de juego, lo aplicamos al pie de la letra y funcionó”.valora Joris Chotard, sin engañarse, consciente “Que tampoco todo ha sido perfecto”.
En la hoja de ruta trazada por Gasset, en esta “positividad” que el ex entrenador del OM o del Saint-Étienne se esfuerza por recuperar, esta victoria es un faro en la noche. La prueba de que el “un pequeño esfuerzo extra” logrado por Chotard y sus socios puede dar sus frutos. Y ayudar a atraer a su paso seguidores que esperan al menos un deseo en cada momento.
“Tenemos que demostrar que si somos últimos, no tenemos la actitud de ser últimos. Sé un poco de fútbol y no creo que estemos entre los tres peores equipos de la Ligue 1”.asegura Gasset, a quien no se le escapa que el Lyon había pasado del sótano al desván en casa, con 7 victorias en sus últimas diez recepciones la temporada pasada. Un ejemplo a seguir, incluso para un ex Verde. Cuestión de supervivencia.