Tahití, 29 de noviembre de 2024 – En la Polinesia, como en todo el mundo, la energía solar se está desarrollando. Pero ¿cómo sostener la dinámica y hasta dónde llevarla? Para ver las cosas más claras, el viernes se organizó un congreso dedicado a la energía fotovoltaica con motivo de la reunión anual del grupo de trabajo solar de la Agencia Internacional de Energía (IEA-PVPS).
Expertos internacionales (15), así como profesionales del sector, del País y de Ademe se reunieron el viernes en el Hilton. Participaron en el Pacific Solar Congress, dedicado a la energía fotovoltaica y organizado por Planair con motivo de la reunión anual del grupo de trabajo solar de la Agencia Internacional de Energía (IEA-PVPS).
Este día brindó la oportunidad de discutir los últimos avances tecnológicos, regulaciones y proyectos destacados. Se dividió en dos partes, la primera por la mañana se centró en las tendencias y la evolución del mercado mundial, la segunda por la tarde sobre la integración de los sistemas fotovoltaicos en la red y las estrategias de almacenamiento.
+4% consumo eléctrico en 2024
En el preámbulo, Amal Jaber, representante del Ministerio encargado de la Energía (MEF), recordó las ambiciones del país, concretamente alcanzar un 75% de energía renovable para 2030. “Este congreso es parte del proceso de transición que lleva adelante el País”, enfatizó.
Hoy en día, la Polinesia sigue dependiendo en un 93% de los hidrocarburos para todas las actividades combinadas, y entre un 55 y un 60% en lo que respecta a la electricidad. “Todavía nos queda un largo camino por recorrer”, reconoció, esperando un aumento de 150 megavatios adicionales de energía renovable, en particular a través de la energía solar, pero también una reducción del 20% en el consumo de electricidad. Un desafío, sabiendo que el consumo de electricidad aumentó un 4% en 2024. Las previsiones locales en términos de mix energético son entre un 50 y un 60% de energías renovables en 2030 (30 a 35% hidroeléctrica y 20 a 25% fotovoltaica).
Las predicciones siempre se superan
Lionel Perret, director de Planair, insiste: “Las previsiones solares en términos de rendimiento tecnológico, competitividad y despliegue se superan constantemente”. Los expertos internacionales reunidos en el congreso lo confirmaron con ejemplos.
Hace unos treinta años, esta energía era marginal, hoy es la que se está desarrollando más y más rápidamente”,Es una de las fuentes de energía, si no la más importante, del mundo, pero sí la más barata y dinámica.”, indicó Gaëtan Masson, líder del grupo 1 de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Su crecimiento es permanente y continuo, y se espera que continúe.
En 2023, se habrán instalado en todo el mundo mil millones de módulos fotovoltaicos (o 456 GW). La energía solar cubre el 10% de la demanda mundial de electricidad. El 60% del mercado está en manos de China, seguida de Europa, Estados Unidos e India. Pero en la Polinesia, ¿qué futuro?
Potencial de desarrollo y obstáculos
Según Lionel Perret, la eficiencia de los paneles en la Polinesia es un 50% mayor en comparación con la eficiencia de los paneles configurados de manera idéntica pero instalados en Francia continental. Enumeró las soluciones para adaptarse al territorio: la integración en edificios, el agrivoltaismo (sistema escalonado que combina la producción de electricidad fotovoltaica y la producción agrícola bajo esta misma superficie) o incluso la instalación de paneles verticales para abordar la cuestión del suelo. En otras partes del mundo, los paneles flotantes se instalan sobre agua, dulce o salada. Lo cual es una vía adicional, sujeta a la aceptación de los residentes.
Para abordar el problema del fin de vida de las baterías usadas, Lionel Perret recordó la existencia en Tahití de la empresa Be Energy que es capaz de regenerarlas. “Hoy contamos con las herramientas para reciclar completamente las baterías, incluido el contenedor de plástico..”
Lo cierto es que la energía solar no es una energía constante, por lo que es difícil integrarla en la red que requiere una estabilidad constante. En Dinamarca, por ejemplo, que tiene un 80% de energía renovable, la energía solar se combina con la eólica, que es más estable. En la Polinesia, la instalación de generadores virtuales –baterías gigantescas– (Putu Uira, 1.750 millones) es un primer paso. La Dirección de Energía de la Polinesia también está formalizando su pensamiento sobre la simplificación de los procedimientos de desarrollo solar. Próximamente se presentará un informe al Cesec. Pero para llegar más lejos, tendrás que optar por invertir masivamente. Las soluciones técnicas existen, tendremos que asumir los costes.