Los líderes de Hamás entablaron conversaciones de alto el fuego en Gaza en El Cairo. Esto sigue a un acuerdo de tregua en el Líbano, firmado hace dos días por Israel y Hezbolá.
Para aceptar la tregua, Netanyahu tuvo que resistirse a los miembros de extrema derecha de su gabinete que querían una “victoria total”. Esta tregua podría tener como consecuencia un aumento de las tensiones entre chiítas y suníes libaneses.
La paz en Oriente Medio no es para mañana. El objetivo principal del gobierno israelí sigue siendo eliminar las capacidades nucleares de Irán. En Gaza, Netanyahu está preparando el terreno para una presencia prolongada de seguridad israelí. También quiere prohibir para siempre las perspectivas de una solución de dos Estados (Israel y Palestina).
¿Ayudará Trump a Netanyahu?
El regreso de Trump al poder se produce en un momento en que el impulso se desplaza hacia Israel en el Medio Oriente. Más de un año de intensos combates en Gaza han permitido al Estado judío infligir daños irreparables a la estructura de mando de Hamás y degradar enormemente sus capacidades operativas. Israel ha causado un daño similar a Hezbollah, la punta de lanza del “eje de resistencia” iraní en el Líbano.
Trump le dijo a Netanyahu en octubre: “Haz lo que tengas que hacer” para terminar el trabajo.
Trump, que no tiene reparos en los estándares internacionales, es un firme partidario de Israel. Incluso más que Biden. Netanyahu dijo que Trump era “el mejor amigo que Israel haya tenido jamás en la Casa Blanca”. El apoyo inquebrantable de Trump puede ser muy exagerado. Es muy impredecible y tiene una gran aversión a las guerras en las que Estados Unidos pueda intervenir en el extranjero. Trump terminó su primer mandato lanzando insultos a Netanyahu y desde entonces ha dejado claro que no desea que Israel prolongue las hostilidades en Gaza y el Líbano.
Cuando se reunieron en Florida en julio, Trump le pidió a Netanyahu que pusiera fin a la guerra antes de que Biden dejara el cargo. Algunos analistas creen que el alto el fuego con Hezbolá fue un regalo para Trump.
Lo que parece ser el nuevo enfoque de Trump hacia Irán también podría plantear problemas a Israel. En septiembre dijo a los periodistas: “Tenemos que llegar a un acuerdo” con Teherán, diciendo que estaba abierto a negociaciones sobre una nueva versión del histórico acuerdo nuclear del que se retiró siendo presidente.
Israel también necesita la paz
Un año de guerra ha desmoralizado a los israelíes: más de 100 rehenes siguen retenidos en Gaza y decenas de miles siguen desplazados de sus hogares cerca de la frontera libanesa. Además, los soldados y reservistas de las FDI están agotados hasta el punto de que el gobierno de Netanyahu está reclutando mercenarios extranjeros.
El aislacionismo de Trump y su renuencia a comprometer fuerzas militares estadounidenses en conflictos extranjeros presagian un importante cambio de política exterior que afectaría negativamente a Israel.
Quizás Trump quiera pavonearse como el gran pacificador de Medio Oriente.
