El campeón europeo de baterías eléctricas se desploma

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El mundo de la industria del automóvil se ve sacudido por una noticia inesperada. Northvolt, la empresa sueca que encarnó la esperanza europea frente al dominio chino en el sector de las baterías para vehículos eléctricos, acaba de declararse en quiebra en Estados Unidos. Este anuncio plantea muchas preguntas sobre el futuro de la producción de baterías en Europa y los desafíos que enfrentan los fabricantes de automóviles en su transición a la electricidad.

Un gigante con pies de barro

Northvolt, fundada en 2016, se estableció rápidamente como un actor importante en el mercado de baterías de iones de litio. Apoyada por inversores de renombre como el grupo Volkswagen, la ambición de la empresa era convertirse en la punta de lanza europea en este ámbito estratégico. Con instalaciones en Suecia y Polonia y planes de expansión en Alemania y Canadá, Northvolt parecía encaminado a un futuro brillante.

Sin embargo, en tan sólo unos meses, la situación financiera de la empresa se deterioró drásticamente. Hoy en día, Northvolt sólo tiene $30 millones de efectivo, apenas suficiente para una semana, frente a una deuda colosal de 5.800 millones de dólares. Estas alarmantes cifras llevaron a la empresa a acogerse al Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense.

Las causas del rápido colapso.

¿Cómo es posible que una empresa tan prometedora se encuentre en una situación así en tan poco tiempo? Varios factores parecen haber contribuido a esta vertiginosa caída:

  • Crecimiento demasiado rápido, quizás mal controlado
  • Inversiones masivas en nuevas instalaciones pesan fuertemente sobre las finanzas de la empresa
  • Retrasos en las entregas que provocan la pérdida de contratos importantes, en particular con BMW
  • Competencia feroz, particularmente de fabricantes chinos, capaces de producir a menor costo.

La capacidad de producción actual de Northvolt, limitada a 300.000 baterías por añoestá muy por debajo de los objetivos iniciales que pretendían equipar un millón de vehículos eléctricos. Esta brecha entre las ambiciones declaradas y la realidad operativa ha contribuido sin duda a debilitar la confianza de inversores y clientes.

Las consecuencias para la industria automovilística europea

La quiebra de Northvolt podría tener importantes repercusiones en toda la industria automovilística europea. De hecho, la empresa era vista como un pilar esencial de la estrategia de la Unión Europea para reducir su dependencia de los proveedores asiáticos de baterías.

Los fabricantes de automóviles europeos, que confiaban en Northvolt para asegurarse el suministro de baterías, tendrán que revisar sus planes. Volkswagen, principal accionista de Northvolt con una inversión de aproximadamente mil millones de dolarespodría verse especialmente afectado por esta quiebra.

Esta situación también plantea dudas sobre la viabilidad económica de la producción de baterías a gran escala en Europa. Los elevados costes de producción, ligados en particular a estrictas normas medioambientales y a los costes energéticos, dificultan la competencia con los fabricantes asiáticos.

Un ambicioso plan de reestructuración

Ante esta situación crítica, Northvolt anunció un plan de reestructuración destinado a mantener sus actividades a escala reducida. En particular, la empresa obtuvo un préstamo de 100 millones de dolares de Scania, su mayor cliente y uno de sus accionistas. Este préstamo forma parte de una financiación más amplia de $245 millones para apoyar el proceso de reestructuración.

El plan prevé que las instalaciones emblemáticas de Northvolt en Suecia (la gigafábrica Northvolt Ett en Skellefteå y los laboratorios Northvolt en Västerås) sigan operativas durante la reestructuración. Las filiales alemana y norteamericana, financiadas por separado, continuarán sus actividades con normalidad fuera del proceso de quiebra.

El objetivo declarado es finalizar esta reestructuración primer trimestre 2025. Tom Johnstone, presidente interino de la junta, dijo que el hito permitiría a Northvolt “continuar su misión de establecer una base industrial europea para la producción de baterías”.

¿Qué futuro tendrá la producción de baterías en Europa?

La quiebra de Northvolt plantea la cuestión crucial del futuro de la producción de baterías en Europa. Si la Unión Europea quiere mantener su competitividad en el sector automotriz y alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de CO2, necesitará encontrar soluciones para apoyar el desarrollo de una industria local de baterías.

Se podrían explorar varias vías:

  • Mayor apoyo de las autoridades públicas, en forma de ayudas directas o incentivos fiscales.
  • El desarrollo de colaboraciones más estrechas entre los fabricantes de automóviles y los fabricantes de baterías
  • Invertir en investigación y desarrollo para mejorar el rendimiento y reducir los costos de producción.
  • Establecer normas ambientales y sociales para las baterías importadas, con el fin de crear condiciones de competencia más justas.

La caída de Northvolt es un duro golpe para la industria europea de baterías, pero también podría ser una oportunidad para un replanteamiento saludable. Frente a la competencia asiática, Europa tendrá que demostrar innovación y audacia para desarrollar un sector de baterías competitivo y sostenible.

Hay mucho en juego: no se trata sólo de preservar la independencia tecnológica de Europa en un sector estratégico, sino también de crear los empleos del mañana y contribuir a la lucha contra el cambio climático. El desafío es inmenso, pero acorde con las ambiciones europeas en términos de movilidad eléctrica.

Escrito por Alexandra Dujonc

Después de estudiar ingeniería eléctrica, trabajé en proyectos de investigación y desarrollo destinados a mejorar la capacidad de carga de los coches eléctricos, ¡lo cual convertí en mi especialidad! Pongo a tu disposición mis profundos conocimientos sobre el tema de la carga eléctrica.

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