La isla busca atraer a los viajeros musulmanes del sudeste asiático. Una estrategia que se materializó a finales de noviembre con un importante encuentro profesional en el hotel Fullon de Tamsui, un suburbio de Taipei.
La administración de turismo de Taiwán ha hecho todo lo posible para dar la bienvenida a 26 agencias de viajes de Malasia. En el programa: descubrimiento de infraestructuras adaptadas a los viajeros musulmanes en el norte y centro de la isla.
“Queremos demostrar que Taiwán puede satisfacer las expectativas específicas de los turistas musulmanes”, explica un funcionario de la oficina de turismo. Una veintena de proveedores de servicios locales (hoteleros, restauradores y comerciantes) ya certificados como “musulman-friendly” presentaron sus servicios durante esta jornada de networking.
Esta iniciativa es parte de un enfoque más amplio apoyado por dos sindicatos de turismo regionales, Crown Coast y Great Northeast. Su objetivo: desarrollar una oferta adaptada a las exigencias dietéticas y religiosas de los visitantes musulmanes.
Una estrategia que podría dar sus frutos: Malasia, un país predominantemente musulmán de 33 millones de habitantes, representa un mercado turístico en auge en la región.
Un mercado prometedor
Esta apertura al turismo musulmán también se inscribe en un contexto geopolítico particular. Ante las tensiones con China continental, Taiwán busca diversificar sus asociaciones económicas y culturales en Asia. El turismo halal, un segmento en rápido crecimiento, podría convertirse así en una nueva palanca de poder blando para la isla, al tiempo que estimularía su economía turística que aún se recupera de la pandemia.
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