China considera la isla de Taiwán como una de sus provincias a reunificar con el resto de su territorio y no descarta del todo utilizar la fuerza para conseguirlo. En su primer viaje al extranjero desde que asumió el cargo en mayo, el presidente Lai tiene previsto visitar las Islas Marshall, Tuvalu y Palau, las únicas naciones de la región entre las 12 que quedan que reconocen a Taiwán.
Antes de pasar dos noches en Hawaii y una en Guam, para encontrarse con “viejos amigos” y “miembros de think tanks”, dijo una fuente de la presidencia que pidió el anonimato. En un discurso antes del despegue, Lai dijo que la gira “marcó una nueva era de democracia basada en valores” y agradeció al gobierno de Estados Unidos por “facilitar este viaje”.
El líder dijo que quería “avanzar en la cooperación y profundizar las asociaciones con nuestros aliados, basadas en los valores de democracia, paz y prosperidad”. Taiwán desplegó aviones de combate F-16 para escoltar el avión que transportaba al presidente taiwanés, su delegación y varios medios de comunicación.
“Durante los próximos siete días podremos trabajar juntos para permitir que Taiwán se incorpore a la escena internacional, con seriedad y confianza”, declaró.
Beijing se opone a cualquier contacto oficial entre Taipei y representantes extranjeros. En términos más generales, China busca borrarla de la escena internacional impidiéndole participar en foros internacionales y presionando a las empresas para que etiqueten a Taiwán como “provincia china” en sus sitios web.
Beijing ha calificado repetidamente a Lai Ching-te de “separatista” y ha aumentado la presión militar alrededor de la isla en los últimos años con numerosas maniobras.
Los funcionarios taiwaneses ya han hecho escala en suelo estadounidense durante sus viajes al Pacífico o América Latina.
Fue el caso de la predecesora de Lai Ching-te, Tsai Ing-wen, que pasó por estos mismos territorios americanos en 2017. En 2023, se reunió en California con Kevin McCarthy, entonces presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Beijing respondió a esta reunión con ejercicios militares alrededor de Taiwán. A principios de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores taiwanés, Lin Chia-lung, se reunió con miembros del Parlamento Europeo en Bruselas.
Washington reconoce a Beijing en detrimento de Taipei desde 1979, pero de hecho sigue siendo el aliado más poderoso de Taiwán y su principal proveedor de armas.
Estados Unidos también anunció el viernes que había aprobado la posible venta de repuestos para aviones de combate F-16 y sistemas de radar a Taiwán, por un monto estimado en 320 millones de dólares.
El viernes, un día después de que se anunciara la ruta de Lai, el Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había detectado 33 aviones y ocho buques de guerra chinos en su espacio aéreo y aguas en 24 horas. Este fue el mayor despliegue en las tres semanas anteriores.