La agencia de calificación S&P mantuvo el viernes la calificación “AA-” de Francia y su perspectiva estable, destacando los esfuerzos del gobierno para restaurar unas finanzas públicas muy degradadas, al tiempo que señala los riesgos vinculados a la inestabilidad política.
La decisión de la agencia estadounidense, muy esperada, se produce en medio de una crisis política y presupuestaria para el gobierno, que apuesta por su supervivencia a costa de importantes concesiones en el presupuesto para 2025.
La amenaza de una degradación continua
“A pesar de la incertidumbre política, esperamos que Francia cumpla –con retraso– el marco presupuestario europeo y consolide gradualmente sus finanzas públicas a medio plazo”indicó S&P en un comunicado de prensa, destacando el carácter ” abierto “ y “diversificado” de la economía francesa.
Si bien mantener la perspectiva estable significa que es poco probable que la calificación cambie en un futuro próximo, S&P enfatiza que no puede descartar una rebaja. si el gobierno no demuestra ser capaz de reducir su gran déficit público o si el crecimiento económico cae por debajo de nuestras proyecciones durante un largo período”.
El Ministro de Economía, Antoine Armand, celebró la decisión del S&P que, según él, “da testimonio del crédito otorgado al gobierno para reducir el déficit y restaurar nuestras finanzas públicas”.
“Sin embargo, la agencia subraya el riesgo asociado a la incertidumbre política que pondría en duda esta trayectoria”añadió en una reacción escrita enviada a la prensa.
Con una minoría, el Gobierno está multiplicando los compromisos para tratar de escapar a una moción de censura, que podría tener lugar ya la próxima semana sobre el presupuesto de la Seguridad Social si utiliza el 49,3 para aprobarlo sin votación.
Riesgo considerable
Después de una caída en las pensiones o en las contribuciones de los empleadores, el gobierno acordó no aumentar el impuesto a la electricidad más allá de su nivel de escudo previo a las tarifas para satisfacer a la Agrupación Nacional, que amenaza con aliarse con la izquierda para derrocarlo.
A pesar de todo, el riesgo persiste. La líder del RN, Marine Le Pen, no parecía dispuesta el viernes a renunciar a la censura gubernamental la próxima semana.
En mayo de 2024, S&P rebajó un escalón la calificación francesa, de “AA” a “AA-”, el equivalente a un 17 en una escala de 20 niveles de calificación. Las otras dos grandes agencias mundiales, Moody’s y Fitch, lanzaron una advertencia en octubre rebajando la perspectiva a negativa.
A pesar de las concesiones en su proyecto de presupuesto, que inicialmente preveía un ahorro de 60.000 millones de euros para 2025, el primer ministro Michel Barnier aseguró “Todo para quedarse alrededor del 5%” déficit público en relación con el PIB, después de una caída prevista al 6,1% en 2024. Francia volvería a estar por debajo del techo europeo del 3% en 2029, trayectoria validada el martes por Bruselas.
La deuda (112% del PIB, casi 3.230 millones de euros a finales de junio) sólo empezaría a disminuir lentamente a partir de 2028.
En su análisis, S&P señala “varias mejoras estructurales” de la economía francesa en los últimos años, en particular en favor de la competitividad y del empleo, y considera que las medidas propuestas por el Gobierno en su proyecto de presupuesto permitirían reducir el déficit en algo menos de un punto del PIB.
Sin embargo, enfatiza que hay “Existe un riesgo considerable de que estas propuestas se diluyan aún más”y eso“Después de 2025, la trayectoria presupuestaria es incierta”.
“Trayectoria incierta”
La incertidumbre política, que continúa desde la disolución de la Asamblea en junio, ya está agitando los mercados. La brecha entre los tipos soberanos franceses a 10 años y los de Alemania, considerado un refugio seguro en Europa, alcanzó su máximo desde 2012 a principios de semana.
La tasa de endeudamiento de Francia es más alta que la de España y Portugal y, por primera vez, superó brevemente la de Grecia.
“La decisión de S&P nos deja perplejos porque equivale a mantener cuatro niveles más arriba la calificación asignada a los títulos públicos franceses” del rating de España, comentó Denis Ferrand, director general de Rexecode, en un escrito a la AFP.
“Las concesiones hechas a los distintos bandos han oscurecido aún más una trayectoria que ya era muy incierta, a pesar de que había obtenido la aprobación de la gestión de la Comisión Europea hace unos días. Evidentemente, S&P no hace la misma lectura que los operadores del mercado”añadió.